Todo riesgo

All risk que en castellano significa “todo riesgo” es uno de los tipos de póliza que ofrece una cobertura más amplia sobre los riesgos propios del asegurado, como su nombre lo indica, es una póliza a todo riesgo, aunque es importante revisar las exclusiones y también las ampliaciones de coberturas que tenga la póliza a todo riesgo. Normalmente suele incluir:

Es muy importante tener en cuenta que una póliza todo riesgo puede variar mucho dependiendo de la compañía aseguradora en cuanto a coberturas. Aunque su nombre genera más confianza en el tomador del seguro, se hace sumamente imprescindible leer siempre la letra pequeña del contrato del seguro, ya que frecuentemente en las cláusulas del contrato y sus exclusiones se encuentra información clave para la toma de la decisión final, y en el caso de no comprender los términos usados en el documento, es preferible pedir el debido asesoramiento del asegurador para evitar sorpresas y disgustos en las condiciones menos esperadas frente a cualquier incidencia.

Hay dos formas de contratar la póliza a todo riesgo, una es con franquicia u otra sin franquicia. La diferencia más relevante está en el precio de la prima de cada una, por ejemplo:

Todo riesgo con franquicia, es aquella póliza en la que el tomador del seguro establece una suma acordada con la compañía aseguradora como concepto de franquicia, la cual deberá abonar  en caso de sufrir algún incidente con daños en el vehículo.

Ejemplo

Un ejemplo práctico sería que el tomador del seguro pacta con la compañía aseguradora la cantidad económica de 500,00 euros y sufre un accidente cuyas reparaciones ascienden a 400,00 euros. En este caso la compañía no asume esas reparaciones por estar por debajo de la cantidad pactada.

Si la reparación del vehículo cuesta 700,00 euros, el cliente abonará los primeros 500,00 euros de la reparación y, en este caso sí, la aseguradora pagará el resto.

No está de más recalcar que hay exclusiones generales en todas las pólizas a todo riesgo, que suelen ser las mismas en las entidades aseguradoras, las cuales si no se cumplen, el seguro coche a todo riesgo pierde su validez. Un claro ejemplo sería conducir en estado de embriaguez o bajo los efectos de las drogas.