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Cuando un accidente de tráfico deja a una persona con lesiones irreversibles, los seguros de coche representan un apoyo, no sólo por la parte económica en caso de que corresponda indemnización, sino también por estar al lado de los perjudicados en los procesos judiciales o, incluso, por ofrecer en algunos casos tratamiento psicológico. Pero, ¿sabes cómo calcular la indemnización?
Si un accidentado queda con una invalidez permanente, ya sea parcial o total, es fundamental que la aseguradora le ofrezca una indemnización que le permita rehacer su vida y hacer frente a la nueva situación. La indemnización, lógicamente, dependerá de quién sea culpable y quién la víctima.
Los grados de incapacidad permanente son cinco y se otorga uno u otro según las limitaciones que el accidentado tenga para trabajar o para hacer su vida diaria. A cada grado, lógicamente, le corresponde una prestación económica diferente. Se trata de los siguientes: Incapacidad permanente parcial, Permanente total, Permanente total cualificada, Permanente absoluta y Gran invalidez. Solo la primera, la Incapacidad parcial, es compatible con todo tipo de trabajos.
La principal característica de la Incapacidad permanente parcial es que no conlleva el abandono del trabajo que se está realizando, sino que supone el cobro de una indemnización. Por su parte, el grado de Incapacidad permanente total es el que se da para el trabajo habitual que estaba realizando, pero puede buscar un empleo que sea compatible con las lesiones o enfermedades provocadas por el accidente.
Por su parte, una incapacidad permanente total cualificada consiste en un incremento de la remuneración que recibe un beneficiario de incapacidad total una vez que llega a los 55 años de edad y está en situación de desempleo.
La incapacidad permanente absoluta es cuando el accidentado no puede llevar a cabo ninguna profesión u oficio con un mínimo de profesionalidad y eficacia.
Por último, la incapacidad permanente en grado de gran invalidez se concede cuando se necesita la ayuda de un tercero para realizar las actividades básicas y esenciales de la vida diaria, como comer, desplazarse o vestirse.
Son parte inocente todas aquellas personas perjudicadas en el accidente que no son el conductor culpable, es decir, todos los ocupantes del vehículo contrario y los pasajeros que viajen con el responsable de los daños, además de los peatones, ciclistas, etc. que se hayan visto involucrados.
De éstos, quienes queden con algún grado de invalidez permanente podrán reclamar la indemnización a la compañía de seguros del responsable, que es quien se hace cargo de los daños a través de la cobertura de responsabilidad civil obligatoria.
La indemnización varía en función de la edad, de la gravedad de las lesiones e, incluso, de la situación laboral o de las personas que tenga a su cargo. La cuantía está indicada en el Baremo de Indemnizaciones por Responsabilidad Civil de la Ley 35/2015 de reforma del sistema para la valoración de los daños y perjuicios causados a las personas en accidentes de circulación.
La gravedad de las lesiones se mide por una tabla de valoraciones de 0 a 100 puntos. Por ejemplo, una persona de 30 años a la que han tenido que amputar un brazo le corresponde una puntuación de entre 45 y 50 puntos, por lo que sería indemnizado con una cantidad fija de entre 90.274,73 € y 105.833,75, en función del grado determinado finalmente en el informe médico.
A esta cantidad hay que sumar otros factores, como los daños morales por perjuicio estético (entre los 9.600 € y 48.000 €), el ingreso que dejaría de percibir por incapacidad para realizar su trabajo o actividad profesional (si ingresara hasta 21.000 € netos anuales le corresponderían 41.014 €) y los gastos sanitarios por la necesidad de prótesis y ortesis (hasta 50.000 €).
Para los lesionados que sumen 100 puntos o más en el baremo de lesiones, les corresponderían otras partidas tales como el perjuicio moral por la pérdida de calidad de vida de los familiares (entre 30.000 € y 145.000 €), la adecuación de la vivienda o del vehículo (hasta 150.000 €) o incluso la necesidad de terceras personas para la ayuda en las tareas domésticas, que va en función de las horas en el domicilio (para 8 horas corresponden 323.490,52 €).
Debido a la dificultad que existe para calcular la indemnización, hay herramientas que te ayudan en esta tarea con solo rellenar un cuestionario relacionado con el accidente y los perjudicados.
El conductor responsable del accidente solo podrá ser indemnizado por invalidez cuando tenga incluida en la póliza la cobertura de seguro de conductor, que es una garantía voluntaria que puedes contratar en cualquier tipo de seguro, ya sea a todo riesgo o a terceros. Sin esta cobertura, no recibirá indemnización por lesiones ante cualquier percance en el que sea culpable.
Las compañías establecen en las condiciones particulares de las pólizas una cantidad limitada para la invalidez permanente, que coincide con la que recibes si tu grado de discapacidad es total, es decir, cuando tienes el 100% de invalidez.
Para determinar la cantidad que corresponde en los casos de invalidez permanente parcial (menos del 100%), hay que consultar en este caso las condiciones generales de la póliza, en las que la mayoría de las aseguradoras recogen unas tablas donde asignan el porcentaje que te pertenece en función del grado de invalidez diagnosticado.
Por ejemplo, una persona que pierde un brazo o una mano tras un accidente es indemnizada con el 60% del capital asegurado, mientras que si pierde un dedo del pie le indemnizan con el 5% del total. En el caso de que se produjera la pérdida de ambos miembros, el grado de invalidez será la suma de los dos porcentajes, sin que pueda superar en ningún caso el 100% de la cuantía establecida.
Hay otras compañías, como por ejemplo Lagun Aro o Reale, que no cuentan con un baremo de niveles de discapacidad y lo que hacen es basarse en el contenido del certificado médico emitido por la Seguridad Social u órgano semejante y aplican la misma clasificación y valoración de las secuelas que las establecidas en el baremo de la Ley 35/2015, mencionada anteriormente.
Finalmente, debes saber que hay compañías que ofrecen un suplemento a la indemnización contratada si fuera necesaria la adaptación del vehículo para volver a conducir o la adaptación de la vivienda para adecuar los accesos o cualquier otra reforma destinada a mejorar la movilidad del conductor asegurado.
La indemnización por accidente de tráfico y la pensión por incapacidad permanente son compatibles. Es decir, el afectado tiene derecho a cobrar por los dos conceptos.
A través del Baremo de Indemnizaciones por Responsabilidad Civil. La valoración dependerá de los días de curación, de las secuelas y del grado de incapacidad permanente.
Es el grado más extremo de las incapacidades permanentes. Las personas afectadas padecen secuelas que requieren la ayuda de otras personas para realizar actividades esenciales de la vida diaria, como vestirse, desplazarse o comer.
Sí, todos, salvo el conductor si no tiene asegurada en su póliza la cobertura de seguro de conductor.
Fuentes:
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