Con la llegada del verano y el aumento de los desplazamientos vacacionales es posible que viajes con el vehículo repleto de equipaje y otros objetos personales. Una oportunidad para que los delincuentes hagan su agosto particular y se lleven todo lo que hay en el interior.
Para estar protegido, el primer requisito imprescindible es tener contratada la cobertura de robo de vehículo, disponible en todas las pólizas a todo riesgo y, de manera opcional, también en los seguros a terceros. Aunque el principal propósito de esta cobertura es asegurar el vehículo y sus accesorios, algunas aseguradoras amplían esta garantía al robo de equipaje.
Conviene prestar atención a las condiciones de esta cobertura ya que algunas compañías no incluyen la sustracción de objetos del interior del coche. Las que sí lo contemplan limitan la indemnización a una cantidad determinada -que oscila entre los 300 y los 3000 €- así como a una lista de objetos detallados en la póliza. Así, la cobertura suele reducirse a ropa, calzado, artículos de aseo y maletas, quedando sin cobertura otros, como joyas, documentos, dinero en efectivo, discos compactos, gafas, móviles o equipos electrónicos.
Otro de los requisitos que algunas aseguradoras suelen exigir -además de hacerles llegar la correspondiente denuncia de la Policía- es que existan pruebas de que el coche ha sido forzado o que, en el momento del robo, el vehículo estaba en el interior de un parking vigilado o de un garaje cerrado. Fuera de esta consideración quedan los aparcamientos de aeropuertos, puertos, campos de deporte, hipermercados o similares, así como en todos aquellos que no estén cerrados por completo en alguna parte de su perímetro.
Estas son las compañías cuya cobertura de robo incluye el equipaje y los objetos personales:
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