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Cuando tienes un accidente de circulación y no eres el responsable, puedes reclamar a la aseguradora del culpable que te indemnice por cualquier objeto que lleves contigo y resulte dañado en ese momento, ya sea reparándolo o sustituyéndolo por otro nuevo. Esto incluye las gafas graduadas o lentes correctoras, que, por otro lado, son de uso obligatorio para los conductores con problemas de visión, tal y como indica el Reglamento General de Conductores.
Tus gafas graduadas pueden estar aseguradas si tienes un incidente de tráfico del que no eres responsable, pero hay un dato que quizá no sepas. Y es que, en el caso de que seas tú el responsable del siniestro, hay aseguradoras que también cubren la reparación o sustitución de tus gafas si han resultado dañadas, incluso si tienes un seguro a terceros. Es una garantía que muy pocas compañías contemplan en sus pólizas de autos y que, de hacerlo, está incluida dentro de la cobertura de seguro de conductor. Aquí te dejamos un listado de las aseguradoras de coche que la ofrecen:
Aseguradora | Póliza |
---|---|
AXA Seguros | FlexiVip |
AXA Seguros | FlexiConfort |
AXA Seguros | FlexiBásica |
AXA Seguros | FlexiRapid |
AXA Seguros | FlexiEsencial |
Direct Seguros | Mi coche |
Génesis | Vip |
Génesis Seguros | Básica |
Liberty Seguros | Premium |
Liberty Seguros | Básica |
Pelayo Seguros | Auto |
Regal Seguros | Vip |
Regal Seguros | Básica |
SegurCaixa | Auto Premium |
SegurCaixa | Auto |
Zurich Seguros | Motor Pack |
Estas compañías cubren tus gafas graduadas, pero no tus gafas de sol, puesto que no entrarían dentro de la categoría de gastos médicos o sanitarios. En este caso, tendrías que disponer de un seguro a todo riesgo con cobertura de daños propios y garantía de equipaje u objetos personales.
En el caso de que tus gafas graduadas sufran daños o perjuicios, también debes de saber que existen seguros que tienen esta cobertura de manera automática. Solo necesitas comprobarlo en las condiciones de tu póliza o ver si, por el contrario, tienes que contratar alguna prestación extra o una cobertura adicional a la póliza convencional.
Cada una de las compañías de seguros abordan estas coberturas o reembolsos a su manera. No todas funcionan igual. Suelen establecer límites de cantidad a la hora de indemnizar y, por eso, conviene saber lo que hace, en estos casos, tu propia aseguradora.
Es muy frecuente que, cuando sufres daños en tus gafas, asumas sin remedio y con resignación un gasto extra sin plantearte siquiera si tu seguro tiene algún apartado o cobertura relacionada con este siniestro. Sin embargo, es mejor comprobar este dato porque tu propio seguro puede cubrir las gafas de los asegurados cuando ocurra algún incidente ocasional. Esto también se debe hacer con los seguros de hogar cuando se rompan o deterioren a causa de una caída, un incendio, etc.
Si la póliza que tienes contratada es muy básica, lo más probable es que este tipo de siniestro no esté incluido en la póliza, pero si lo deseas, puedes añadir coberturas adicionales a tu seguro, con el fin de que este posible suceso quede cubierto en su totalidad o en un porcentaje que acuerdes con tu compañía.
Otro aspecto que tienes que tener en cuenta es el de las condiciones que figuran en la póliza a la hora de cobrar una indemnización. Por ejemplo, algunos seguros solo cubren la rotura de gafas graduadas, pero no de sol, y otros únicamente costean el valor de las lentes, pero no de la montura.
En el caso de que compruebes que tienes la cobertura de gafas graduadas en tu póliza, ¿qué tienes que hacer en caso de siniestro? Lo primero, buscar la factura de compra original de tus gafas o una factura de la reparación en el caso de que se pueda arreglar el desperfecto. Esto es fundamental. Si no conservas la factura de compra, siempre puedes pedir un duplicado en el comercio donde las adquiriste, ya que tienen la obligación de conservarlas durante cinco años.
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Recuerda que muchas ópticas te ofrecen la posibilidad de contratar un seguro para tus relucientes gafas recién compradas y, así, si se te rompen las gafas durante los dos primeros años de vida de las mismas, tu seguro te abonará el 100% de su valor.
También algunos seguros de salud tienen coberturas ópticas que vienen muy bien para aliviar el gasto que supone renovar las gafas o lentillas rotas o deterioradas. En este caso, las aseguradoras reembolsan parte del gasto del material óptico de manera automática. Recuerda que las compañías ponen sus propios límites, así que es muy recomendable que hagas una consulta o realices una comparación con el fin de elegir la mejor aseguradora para tus gafas o la que mejor se adapte a lo que tú necesitas.
En el caso de que tengas un accidente y exista un tercero culpable identificado, en este caso sí que podrás reclarmar a la compañía de la otra parte por los daños en tus gafas graduadas o de sol.
En los casos de que otra persona sea culpable, esta debe hacerse cargo de todos los daños que ocasione. En los accidentes de coche, la aseguradora del culpable será la encargada de indemnizar por dichos daños, lo cual incluye no solo los daños personales y materiales del vehículo, sino otros elementos como la vestimenta, las gafas u otros objetos personales que hayan resultado dañados tras el accidente.
La mayoría de las aseguradoras no cuentan con una cobertura para la rotura de gafas, pero los daños pueden estar incluidos si tienes la cobertura de seguro de conductor. Si los daños de tus gafas se han producido como pasajero, también puedes solicitar una reparación al seguro.
Prácticamente ninguna entidad aseguradora ofrece una cobertura directa para la rotura de tus gafas. Lo normal es que necesites un seguro específico para tus gafas..
No todas las compañías tienen los mismos límites. Algunas cubren las gafas graduadas, pero no las gafas de sol. Otras solo asumen el gasto de las lentes, pero no de la montura. Conviene consultar las condciones generales o directamente a tu compañía aseguradora.
Lógicamente, la compañía querrá tener la certeza de que tus gafas se han roto en un incidente de tráfico. Además, deberás presentar la factura original de compra, o al menos un duplicado de la misma.
Fuentes:
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