Seguro a Todo Riesgo

En realidad no existe una póliza de seguros que cubra todos los riesgos existentes, pero este es el nombre por el que se conoce al seguro que contempla el mayor número de coberturas y garantías indispensables para la tranquilidad del asegurado.

Se podría decir que un Seguro a Todo Riesgo es el que en su póliza incluye las garantías que normalmente tiene un seguro a terceros, sumadas a otro tipo de coberturas que protegen directamente de las eventualidades que puedan producirse en ell asegurado y, sobre todo, en su vehículo.

Estas garantías adicionales en el seguro a todo riesgo, varían según las tenga establecidas cada entidad aseguradora. Aunque siempre está la posibilidad de personalizar el seguro según las necesidades particulares del asegurado. Entre las cuales podríamos enumerar:

Lo recomendable es revisar las condiciones generales de la póliza para saber cual es el alcance de dichas coberturas.

La lista podría seguir, independientemente de las exclusiones que tenga cada una de estas coberturas en particular, hay otras exclusiones de fuerza mayor en las cuales, aunque el asegurado cuente con un seguro a todo riesgo, no podrá acceder a ninguna de estas coberturas, como por ejemplo:

  • La persona que conduce no tiene el respectivo carnet de conducir.
  • Si el conductor está bajo los efectos del alcohol o de´las drogas.
  • Si el conductor ha incurrido en el delito de omisión del deber de socorro.
  • También están excluidos los daños causados por factores externos y/o meterológicos, por ejemplo: guerra, actos de terrorismo, conflictos armados, desastres nucleares, inundaciones, terremotos, etc.

Los seguros a Todo Riesgo tienen dos modalidades que son:

  1. Seguro a todo riesgo con Franquicia, en esta modalidad el asegurado ha de pagar una parte del coste de cada reparación, según lo tenga estipulado en la póliza, cuando  se produzca un accidente o siniestro.
  2. Seguro a todo riesgo sin Franquicia, en este tipo de seguro es la compañía aseguradora la responsable de cubrir en su totalidad los daños causados por el accidente o siniestro. Sin duda sería el más aconsejable aunque depende del punto de vista y la situación personal de cada conductor, también de las características específicas de cada vehículo, porque a más coberturas, más costosa es la prima.