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No es lo mismo ser el propietario de un vehículo, que el conductor o el tomador del seguro, aunque habitualmente los tres papeles suela desempeñarlos la misma persona. Pero esta diferenciación es importante: estos términos designan funciones y responsabilidades diferentes que conviene tener muy claras a la hora de contratar una póliza de seguro. De ello depende el precio de la prima. Quien compra el vehículo no tiene por qué ser quien lo vaya a conducir y, aunque es obligación del propietario tenerlo asegurado, puede ser otro el que actúe como tomador y firme el contrato del seguro.
El propietario es el dueño o titular del vehículo asegurado. Su nombre aparece en el permiso de circulación del automóvil y, desde el punto de vista de los seguros, se le pedirá responsabilidad en caso de que el conductor no asuma la suya como responsable de un siniestro. Asimismo, si el vehículo circula sin tener un seguro en vigor, será sancionado junto con el conductor.
El conductor es quien habitualmente conduce el vehículo. Dependiendo de su edad, experiencia al volante o siniestralidad, las compañías calculan el importe del seguro, junto con las características del vehículo. En teoría, sólo él puede conducir el vehículo completamente cubierto por el seguro, aunque también existe la posibilidad de contar con conductores ocasionales en la póliza.
Es posible que la persona que asegura el coche sea distinta al propietario. Por ejemplo, puede ocurrir que tu compres el coche, pero sea tu pareja quien contrata el seguro. El tomador es la persona que firma el contrato del seguro y debe cumplir con las obligaciones legales derivadas de este contrato. Es decir, el tomador es quien se compromete a pagar la prima pactada con la compañía y el último responsable en caso de estafa al seguro.
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El tomador tiene derecho a estar correctamente informado antes de firmar el contrato o a solicitar cambios en la póliza a la aseguradora durante la vigencia del mismo. Asimismo, está capacitado para informar a la aseguradora de los cambios que pueden afectar a la valoración del riesgo que cubre el contrato; por ejemplo, el tomador podría comunicar a la entidad que el coche asegurado pasa de estar estacionado en la calle a contar con una plaza de parking, aspecto que las compañías tienen en cuenta a la hora de valorar el riesgo.
El tomador es también la persona que puede designar a los beneficiaros que recibirán la indemnización de la compañía en caso de siniestro. Y puede modificar este aspecto cuantas veces quiera siempre que esté de acuerdo con las condiciones pactadas en la póliza. En caso de que el seguro cubra la muerte del conductor (en la cobertura de seguro de conductor), el beneficiario de la indemnización puede ser otra persona, que debe haber sido elegida por el tomador al firmar la póliza. También es posible que el propio tomador no aparezca designado en la póliza como conductor habitual y que, por tanto, sea este último el beneficiario de las coberturas pese a no ser quien paga la póliza.
Puede darse este caso si el propietario es una persona joven, menor de 25 años. Puede ocurrir, incluso, que el propietario del vehículo menor de 25 años, no tenga carnet de conducir. En este caso, la aseguradora puede exigir un documento en el que se especifique que el propietario no va a conducir el coche.
Si dicha persona posee una licencia de conducir, la compañía de seguros puede requerir que se le incluya como titular y conductor principal. Esta práctica se implementa dada la relevancia del conductor al determinar el coste del seguro del coche, ya que dependiendo de la antigüedad de la licencia de conducir, puede fluctuar el precio.
La tarifa del seguro es más costosa cuando la experiencia de conducción es todavía limitada, lo que significa un mayor riesgo para la compañía de seguros. Las empresas de seguros emplean esta táctica para prevenir que un dueño de vehículo, menor de 25 años y con escasa experiencia al volante, pueda asegurar su coche bajo el nombre de un titular mayor y más experimentado, lo que podría ser interpretado como un fraude al seguro.
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¿Qué es el conductor ocasional o esporádico?
En la póliza de seguro de coche, además del conductor habitual, se puede incluir a uno o varios conductores ocasionales o segundos conductores que utilizarán el vehículo en momentos puntuales. Es importante especificarlo en el contrato para que queden cubiertos por la póliza. Dependiendo de la compañía y la modalidad de póliza, la cobertura de conductor ocasional puede aumentar o no el coste de la prima.
Sin embargo, resulta imprescindible contar con dicha cobertura si se anticipa que el vehículo será conducido por más de una persona. En el caso de familias con un único vehículo que es usado por varios miembros, como el cónyuge o los hijos, la mayoría de las compañías de seguros proporcionan cobertura para estas situaciones, siempre y cuando el conductor tenga al menos 26 años o más de dos años de experiencia conduciendo.
Aunque pueda suponer un sobrecoste, será más económico que asumir los gastos de un posible siniestro si el conductor no está asegurado o la compañía rechaza asegurarlo. Además, las probabilidades de sufrir siniestros leves son mayores cuando no conduce alguien experimentado. En caso de que no se cumplan los requisitos que se establecen en las condiciones particulares de la póliza, es necesario incluir un segundo conductor, ya que de lo contrario, el siniestro estaría exento de cobertura en la práctica totalidad de las aseguradoras.
Ya sea que el asegurado y el tomador sean la misma persona o no, es esencial obtener todos los detalles necesarios antes de seleccionar una póliza de seguro. Un aspecto importante a tener en cuenta es que no es posible cambiar al tomador del seguro. Si deseas modificar al titular de un seguro de automóvil, deberás cancelar la póliza actual y adquirir una nueva. Sin embargo, tienes la opción de cambiar, agregar o eliminar conductores asegurados, así como añadir nuevas coberturas a tu póliza existente.
Cada uno de estos términos desempeñan funciones diferentes con diferentes responsabilidades, que hay que tener claras a la hora de contratar un seguro.
Es el dueño o titular del vehículo. Figura en el permiso de circulación.
Es quién habitualmente conduce el seguro. Las compañías calculan sus primas en función de su edad, su experiencia e historial de siniestralidad.
El tomador es la persona que firma el contrato del seguro y debe cumplir con las obligaciones legales derivadas de este contrato
Si la persona propietaria del vehículo es menor de 25 años y no tiene carnet de conducir, la aseguradora puede exigir un documento en el que se especifique que este no va a conducir el coche. En caso de que sí tenga carnet de conducir, la aseguradora puede obligar a que esta persona figure también como tomador y conductor principal
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