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Si estás atravesando un momento económico complicado, es posible que puedas aplazar, durante algún tiempo, el pago de algunos recibos, entre ellos el del seguro del coche. Hay algunas opciones para retrasar algo el pago sin que por ello te den de baja del seguro. No hay que olvidar que, cuando se produce un impago, siempre tenemos lo que se denomina un mes de gracia para pagar la deuda. Durante ese mes, seguimos asegurados, aunque nos retrasemos en el pago.
Cuando llega el momento de renovar el seguro de tu coche y no pagas la prima a tiempo, cuentas con un mes de plazo para pagar. Esto es lo que se conoce como “mes de gracia”. De esta manera, el seguro sigue en vigor durante ese tiempo, aunque no hayas pagado. Puedes circular normalmente durante esos treinta días y seguir cubierto por la póliza. Sin embargo, es importante pagar antes de que finalice el mes de gracia, porque, de lo contrario, te darán de baja y deberás hacer frente a las desagradables consecuencias de no estar al día con el seguro.
Según el artículo 15 de la Ley del Contrato de Seguro, la cobertura de la póliza quedará suspendida un mes después del día de su vencimiento. Esto significa que la aseguradora tiene obligación de mantener la cobertura hasta un mes después del vencimiento de la póliza.
Hay que tener muy en cuenta que el mes de gracia no es un mes de seguro gratis. Ninguna aseguradora tiene la obligación de regalar un mes de seguro. El objeto de este mes de gracia es dar la posibilidad al asegurado de subsanar cualquier problema en el pago de la renovación de la póliza debido a imprevistos o cualquier otro motivo.
Conducir sin seguro es ilegal, de manera que tendremos que ser previsores con los pagos de nuestra póliza para evitar las desagradables consecuencias de que se produzca una cancelación del seguro por impago. Hay que anticiparse y evitar este tipo de inconvenientes. Para ello, una solución puede ser suscribir un seguro más económico, de manera que no te sea costoso pagar la prima. Para ello, es sencillo utilizar un comparador de precios como el de Arpem.com y comprobar si puedes tener las mismas coberturas por un precio más competitivo y ajustado a tu economía.
Otra opción disponible es revisar tu póliza para examinar si puedes dar de baja alguna cobertura que no sea imprescindible. Por ejemplo, las de robo o incendio. En el caso de ser buen conductor y no suelas dar partes de accidente, puedes optar por una franquicia si tienes un seguro a todo riesgo. Esto hará que disminuya bastante la prima, a cambio de pagar de tu bolsillo una pequeña cantidad en caso de siniestro con culpa.
Si eres un buen conductor, con un historial de siniestralidad muy positivo, tienes otra opción: contratar una póliza del tipo “paga como conduces”, que ofrecen algunas aseguradoras. La compañía coloca un dispositivo en tu vehículo, de manera que puede adaptar la prima a tu situación real de riesgo. Para los buenos conductores, este tipo de póliza supone un ahorro importante de dinero.
También puedes buscar una póliza que se ajuste mejor que otra a tu perfil como conductor. Por ejemplo, cuando coges poco el coche puede ser suficiente una póliza con un límite de kilómetros al año. De esta forma, pagarás solo por el uso real que haces de tu vehículo. Además, si utilizas poco el coche, menos riesgo tendrás de accidentes o averías y, por tanto, menos necesidad tendrás del seguro.
Si consigues una prima más económica, puedes, además, pagarla en cuotas, para hacerla lo más asequible posible. Sin embargo, tienes que tener en cuenta que el fraccionamiento puede no salirte gratuito, porque la mayoría de las compañías cobran una cantidad a modo de interés, que corresponde habitualmente a un pequeño porcentaje de la prima.
En cambio, otras aseguradoras no aplican ningún recargo, lo que puede favorecer el fraccionamiento. Las cuotas pueden ser semestrales o trimestrales, dependiendo de cada aseguradora. Puede incluso ocurrir que alguna compañía acepte que le pagues la cuota cada mes, aunque no es algo muy habitual.
Cabe la posibilidad de negociar con la aseguradora un aplazamiento del pago, y así no tener que cambiar de compañía. Es mucho mejor ponerse en contacto con la compañía, y explicar el contratiempo, antes que dejar pasar el tiempo y enfrentarnos a una posible cancelación de la póliza por impago. No hay que dudar en contactar con la aseguradora y explicarles el problema, aunque finalmente no te den la solución que buscas.
Si a pesar de todo no puedes pagar el seguro, siempre puedes recurrir a seguros específicos para algunos colectivos, como los desempleados. También existen los seguros por meses o por días para una solución urgente. Este tipo de seguros son también una buena solución para una cobertura concreta. Lo que no debes olvidar es que tener un seguro es obligatorio para circular, aunque mantengas tu coche largas temporadas inmovilizado. De lo contrario, te arriesgas a multas importantes.
Si no pagas uno de los fraccionamientos del seguro, la cobertura del seguro queda en suspenso una vez que ha transcurrido el mes de gracia. En algunos casos, la compañía puede reclamar de forma ejecutiva el pago, cuando han transcurrido seis meses desde esa fecha.
Si no reclama, el contrato se da por finalizado. Cuando efectúas el pago, el seguro vuelve a estar activo a las 24 horas. Si el impago corresponde a la primera cuota, la aseguradora podría también resolver el contrato. Y si se produce un siniestro cuando el seguro está suspendido, la aseguradora no tiene por qué hacerse cargo.
Si se devuelve un recibo, la aseguradora puede exigir por vía judicial ese pago, porque la vía para dar de baja un seguro es comunicarlo previamente a la compañía con la antelación mínima de un mes. Solo hay un caso en el que la devolución de un recibo puede aceptarse y que a cambio te devuelvan el dinero: cuando se produce un error en el cobro, por ejemplo, si te has dado de baja correctamente y, sin embargo, te cargan una nueva cuota. Siempre es recomendable ponerse en contacto con la compañía, en cualquier caso.
En España, todos los vehículos deben estar asegurados con la cobertura obligatoria de responsabilidad civil en todo momento. En el caso de que te retrases en el pago de la renovación del seguro, la cobertura sigue activa durante un mes, aunque no hayan cobrado el recibo de la prima. Es lo que llamamos el periodo de gracia, como veíamos anteriormente.
Fuera de este periodo, los automóviles deben estar asegurados en todo momento. Lo contrario es ilegal. Por tanto, hay que renovar el seguro, o se dará este por suspendido y tu coche por no asegurado, lo que va contra ley. Un coche que circula sin seguro puede ser multado con una cantidad de entre 601 y 3.005 euros. La Dirección General de Tráfico puede averiguar qué vehículos circulan sin seguro.
El contrato de una póliza de seguro, independientemente del tipo que sea, siempre está sujeto a un plazo de tiempo y, por tanto, a una fecha de vencimiento. El tomador está obligado a pagar las primas que figuran en el contrato, de lo contrario, se pierden las garantías y coberturas incluidas en la póliza.
Si no pagas la prima inicial o una renovación a tiempo, la aseguradora puede cancelar tu póliza o exigir el pago judicialmente. Además, si ocurre un siniestro antes de pagar la prima, la aseguradora no está obligada a cubrirlo. En caso de impago de primas sucesivas, la póliza se suspende si el siniestro ocurre pasados 30 días del vencimiento y aún no se ha pagado.
En caso de no pagar el seguro del coche, puedes enfrentarte a sanciones económicas, que oscilan entre los 600 y los 3.000 euros, o a la inmovilización del vehículo, en cuyo caso correrías con los gastos derivados de su estancia en el depósito municipal.
Además de la cancelación de la póliza, como ya hemos mencionado, los retrasos en el pago del seguro del coche, o el impago del mismo, también puede tener un impacto negativo en el historial crediticio del propietario del vehículo. Las compañías de seguros pueden reportar el impago a las agencias de crédito, lo que tendrá como consecuencia un deterioro de la puntuación crediticia del usuario. Esto puede dificultar la negociación de una nueva póliza en el futuro, así como las posibilidades de que nos concedan un crédito, un préstamo o incluso una hipoteca.
El listado de morosos más utilizado en España es el de ASNEF (Asociación Nacional de Entidades de Financiación). Para saber si figuramos en sus listados, podemos contactar con su servicio de Atención al Consumidor de forma totalmente gratuita a través de la dirección de email: [email protected]. Si queremos desaparecer de este fichero, tendremos que saldar la deuda pendiente que hubiera o, en caso de que se trate de un error, solicitar la rectificación de los datos.
Normalmente, la póliza del seguro de coche tiene una validez anual. La prima se paga por adelantado y se va renovando automáticamente. Además de realizar un abono semestral o anual del importe que corresponda, como hemos mencionado antes, la opción de fraccionamiento facilita en gran medida el pago de la prima dividiendo la misma en más de una cuota.
Cada aseguradora tiene sus propias condiciones, de manera que lo más aconsejable es consultar con el servicio de atención al cliente las posibilidades de fraccionamiento que existen. Por norma general, cuando se permite pagar el seguro a plazos, la compañía suele estipular los periodos de vencimiento en los que se debe hacer efectivo el abono.
Hay algunas cosas que tenemos que tener en cuenta:
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Cuando incurrimos en el impago de una póliza de seguro, durante los 6 meses siguientes al vencimiento de la prima, la compañía de seguros tiene derecho a reclamarte por vía ejecutiva que pagues las cantidades que debes de la póliza. Lo habitual es que la entidad aseguradora se limite a dar por finalizado el contrato, y el impago no tendrá más efectos siempre que la compañía lo entienda como el final de la póliza.
Sin embargo, en caso de contar con otros seguros contratados con la misma compañía, es muy probable que la entidad aseguradora tome medidas para que no le suceda lo mismo que con el seguro de coche. Finalmente, debemos tener muy presente que incurrir en impagos va a dificultar que nuestra antigua aseguradora apruebe la renovación de la póliza. También debes ser muy consciente de que ser un moroso en un seguro puede dificultar que contrates otras pólizas en otras compañías.
Si prefieres solicitar el pago fraccionado, además de los recargos, hay algo que no debes olvidar: las aseguradoras siempre exigen un precio mínimo de la prima. Para cada compañía es diferente, pero todas lo exigen. Cuando la prima resulta inferior, la única salida es pagar la prima de una sola vez. También hay que tener en cuenta que, aunque está fraccionado el precio de la prima, esto no exime al tomador de pagar todas las cuotas, aunque venda su coche o lo cambie por otro o lo dé de baja, mientras el seguro siga en vigor. No puede dejar cuotas pendientes.
Tendrás un mes de gracia, para ponerte al día, durante el cual el seguro seguirá en vigor. Pero, si pasado ese tiempo, no pagas lo que debes, la aseguradora tiene otros cinco meses para reclamar la cantidad impagada y el contrato de seguro se dará por finalizado.
El seguro sigue en vigor, aunque esté impagado, durante un mes. Después la cobertura se suspende y el cliente dispone de cinco meses más para pagar y recuperar su seguro.
Si tienes la póliza fraccionada y dejas de pagar uno de los plazos, se suspende la cobertura del seguro un mes después de la fecha de pago. Esto es, si el pago debía ser el 1 de febrero, la cobertura cesaría el 1 de marzo. No pagar una cuota es lo mismo que no pagar el total de la prima, y plantea a la aseguradora muchos problemas en caso siniestro y puede dejar al tomador sin cobertura.
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