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La franquicia es la cantidad de dinero que debes abonar en caso de provocar un siniestro. Lo habitual es que la franquicia esté ligada a los daños que ocasiones a tu propio vehículo, de tal manera que haces frente al pago de la primera parte de las reparaciones sin superar el límite de esa franquicia contratada. Sin embargo, hay una modalidad muy poco común de franquicia que sirve para aquellos conductores que quieren asumir un mayor riesgo a cambio de pagar menos por su seguro de coche o moto: el seguro a terceros con franquicia.
En los seguros con franquicia, el conductor debe pagar una cantidad fija establecida de antemano en caso de que ocurra un siniestro. Esta modalidad de seguro se acuerda entre la compañía de seguros y el asegurado al contratar el seguro.
Si se contrata un seguro a terceros con franquicia, se cubrirán los daños que pueda causar el asegurado a terceros, es decir, su responsabilidad civil, pero la franquicia sólo se aplica a los daños causados a terceros y no a los daños propios del asegurado, como ocurre en los seguros a todo riesgo.
Cuanto más alta sea la franquicia, mayor será el descuento sobre la prima inicial del seguro que aplica la compañía. Este tipo de póliza a terceros con franquicia te obliga a responsabilizarte de una parte de los daños que puedas causar a terceros, tanto a personas como a sus bienes.
La posibilidad de tener que hacer frente al abono de esa franquicia quizá puede tener un efecto disuasorio y haga que tomes mayores precauciones a la hora de circular. El resto de la indemnización corre a cargo de la compañía de seguros hasta los límites establecidos en la cobertura de responsabilidad civil obligatoria.
Probablemente no encontrarás ninguna aseguradora que oferte esta modalidad de seguro entre su cartera de productos. Para contratarlo debes contactar directamente con tu compañía. El contrato dependerá de las directrices de la entidad: podrán o no, pero de hacerlo, puedes conseguir un presupuesto más económico que cubra todas tus necesidades. En caso de que la reparación sea superior a la franquicia, la compañía se encarga del importe. Deberás desembolsar una cantidad en forma de franquicia para cualquier accidente en el que resultes responsable.
Además, ten en cuenta que ya de por sí los seguros a terceros son los más económicos que existen, por lo que la mayoría de las veces este tipo de póliza no es muy recomendable, salvo que la franquicia sea muy reducida. Puede ser útil en caso de que quieras asegurar un vehículo de poco valor que apenas vas a usar o con el que haces pequeños desplazamientos por zonas rurales y con poco riesgo de accidente, o bien si eres un conductor problemático que suele ocasionar accidentes de manera más o menos habitual.
La franquicia, además de en caso de siniestro con responsabilidad civil y daños propios, esta última la más conocida, también se puede encontrar en la cobertura de robo del vehículo. Se cubre con franquicia la sustracción ilegítima de piezas del automóvil, así como los daños producidos en y durante el robo. En caso de pérdida total del coche, el asegurado podrá optar por una indemnización o reposición del coche. Las mejores pólizas de este tipo cubren, además de la Responsabilidad Civil Obligatoria, remolques, caravanas y objetos transportados en el vehículo. Este tipo de seguros cubre la defensa en multas de tráfico, lo que incluye la preparación y presentación de recursos, pliegos de descargo y alegaciones
En lo que respecta a las cantidades franquiciadas, hay diversas opciones que varían según la aseguradora seleccionada. En general, se suele ofrecer una cantidad que oscila entre 100 y 1.000 euros, siendo lo más habitual que los clientes opten por 200 o 300 euros. No obstante, hay compañías que no permiten seleccionar la cantidad de la franquicia, sino que esta depende del valor del vehículo asegurado.
¿Una cantidad fija o un porcentaje?
La cantidad que asume el asegurado a la hora de contratar la póliza se pacta previamente con la compañía. Hay que tener en cuenta, como hemos visto más arriba, que cuanta más alta sea la franquicia, menor será el precio que habrá que pagar en la prima. En función de las condiciones que establezca la aseguradora, la cantidad puede ser fija o porcentual, aunque lo más común en los seguros de automóviles es que se dé el primer caso.
La franquicia se aplica por cada siniestro. Esto significa que, si se produce un accidente en el que se dañan varias partes del vehículo, como el frontal y el lateral, la compañía de seguros solo aplicará una franquicia, ya que los daños son el resultado de un solo siniestro. Sin embargo, no se pueden unir varios sucesos bajo una sola franquicia. Por ejemplo, si se desea reparar un golpe en el parachoques trasero y otro en la puerta delantera izquierda, ambos resultado de distintos siniestros, se deben presentar dos partes de accidente y, por lo tanto, pagar la cantidad acordada como franquicia en dos ocasiones.
Los seguros con franquicia son una modalidad de seguro de coche en la que el conductor debe asumir el pago de una determinada cantidad preestablecida en caso de que tenga lugar un siniestro.
Un seguro con franquicia cubre los daños que pueda sufrir un tercero, es decir, la responsabilidad civil del conductor, pero, a la hora de aplicar la cobertura de daños propios es cuando se aplica la franquicia. Cuanto más alta sea la franquicia, mayor será el descuento sobre la prima inicial que aplica la compañía.
Ninguna aseguradora oferta esta modalidad de seguro. Para contratarlo debes contactar directamente con tu compañía y dependerá de las propias directrices de la entidad. Entonces te ofrecerán un presupuesto que se ajuste a tus necesidades.
La franquicia, además de en caso de siniestro, se puede encontrar en la cobertura de robo del vehículo. Se cubre con franquicia la sustracción ilegítima de piezas del automóvil, así como los daños producidos en y durante el robo.
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