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En la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP26), celebrada en Glasgow, se puso sobre la mesa la urgente necesidad de reducir las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, cuyas consecuencias afectan a toda la población y, también, sí, a tu compañía de seguros. ¿Quieres saber el vínculo que existe entre el cambio climático y tu entidad aseguradora? ¿Sabes que podría afectar a tu bolsillo?
Ante la realidad del cambio climático, las aseguradoras deben adoptar medidas y alianzas para adaptarse a riesgos extraordinarios de la naturaleza, como huracanes, terremotos, inundaciones, incendios provocados por el aumento de las temperaturas, etc., y buscar soluciones que les permitan seguir asumiéndolos sin descuadrar sus cuentas de resultados.
Los científicos han dado la voz de alarma. La acumulación de gases de efecto invernadero está provocando un aumento de la temperatura del planeta y eso tiene unas consecuencias evidentes en los fenómenos de la naturaleza.
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Ante desastres naturales, España cuenta con el Consorcio de Compensación de Seguros, una entidad aseguradora pública estatal y adscrita al Ministerio de Economía que no tiene réplica en todo el mundo y que es la encargada de indemnizar a los damnificados por una catástrofe natural, siempre que tuvieran contratada una póliza sobre sus bienes (coches, motos, hogares, comercios, etc.) o sobre la vida de las personas.
Parece ser, a tenor de los datos científicos, que el Consorcio de Compensación de Seguros tendrá que asumir, en el futuro, más trabajo. Lo hemos visto recientemente con los desastres provocados por el fenómeno “Filomena” y todo apunta a que estos episodios extraordinarios se producirán cada vez con mayor frecuencia.
A nivel internacional, el estudio “Climate Central” alerta de las consecuencias del cambio climático en 135 países y, según sus conclusiones, las viviendas de 300 millones de personas que viven en zonas costeras o de altas emisiones de gases están amenazadas por la subida del nivel del mar, lo cual se agudiza con el paulatino deshielo de las zonas polares. En España, este peligro se incrementa en el suroeste de Andalucía, el delta del Ebro, la Albufera y Cantabria, especialmente en Santander o San Vicente de la Barquera.
El Consorcio de Compensación de Seguros se financia, entre otras cosas, gracias a un recargo en las pólizas que los clientes pagan a las aseguradoras privadas, de tal forma que blinda a estas últimas de su exposición ante riesgos extraordinarios, y esto les permite no tener que hacer grandes ajustes de primas para salvaguardar su patrimonio.
El importe del recargo que aplica el Consorcio varía en función del bien y del capital asegurado y es de carácter obligatorio. Su cobertura se extiende a más de 95 millones de pólizas, lo cual permite disponer de una garantía muy amplia a un coste muy asequible para el cliente.
En cualquier caso, si el cambio climático incrementara el número de eventos extraordinarios, el Consorcio está “preparado y capacitado” para hacer las modificaciones necesarias en las coberturas y ajustar, en consecuencia, el recargo de las primas.
Todos los seguros de coches incluyen una “cláusula de indemnización por el Consorcio de Compensación de Seguros” en la que se especifica que quedan cubiertos por el Consorcio “acontecimientos extraordinarios” como terremotos y maremotos, inundaciones extraordinarias, erupciones volcánicas y tempestad ciclónica atípica, lo cual incluye los vientos de rachas superiores a 120 km/h y los tornados.
En lo que respecta al ramo de automóviles (coches y motos), no todos los siniestros que se producen por fenómenos meteorológicos están amparados por el Consorcio, sino que el sector prevé un incremento de las tormentas y de la inestabilidad climatológica en ciertos periodos del año, lo cual provocará un mayor número de accidentes en carretera, tal y como afirma el estudio “El sector asegurador ante el cambio climático: riesgos y oportunidades” elaborado por la Fundación MAPFRE.
A diferencia de lo que ocurre con los accidentes provocados directamente por los fenómenos extraordinarios, los accidentes en carretera ocasionados por la climatología adversa, así como los daños directos por granizo o tempestades ciclónicas con rachas de viento inferiores a 120 km/h, no están cubiertos por el Consorcio y son las propias aseguradoras las que deben hacerse cargo de los daños de acuerdo con lo establecido en la póliza.
En este sentido, si el cambio climático incrementa la siniestralidad de coches y motocicletas, es algo que a la larga repercutirá en el cliente, puesto que para hacer frente a todos los daños las aseguradoras tendrán que subir el coste de las primas.
Algunas compañías de seguros ya sirven como punto de inflexión para muchos usuarios que se lanzan a la compra de un coche o una moto, puesto que ofrecen importantes descuentos para aquellos clientes que adquieran un vehículo híbrido o eléctrico.
Por otra parte, las aseguradoras se están adaptando cada vez más a las necesidades de estos usuarios con nuevas pólizas específicas para vehículos ecológicos, las cuales incorporan coberturas como el robo del cable de recarga o el servicio de asistencia en carretera sin límites en el kilometraje ni el número de asistencias, lo cual supone un elemento imprescindible para los coches eléctricos, que aún no disponen de una red de puntos de recarga muy extensa.
Los daños provocados por fenómenos naturales extraordinarios son asumidos en España por el Consorcio de Compensación de Seguros, que hace frente a las catástrofes provocadas, por ejemplo, por una inundación, un volcán, un terremoto o un huracán.
El Consorcio de Compensación de Seguros es un organismo único en Europa, cuya intervención ha sido muy importante en situaciones catastróficas como el terremeto de Lorca de 2011, donde registró más de 28.000 solicitudes de indemnización y abonó pagos por un importe de más de 500 millones de euros.
Sí. Los fenómenos naturales extraordinarios son cada vez más frecuentes y los daños que generan van a reflejarse en las primas de nuestras pólizas de seguros.
Los daños serán asumidos por el Consorcio de Compensación de Seguros, que es el organismo encargado de hacer frente a las consecuencias adversas de los grandes desastres naturales.
Todos los titulares de un seguro de coche están obligados a pagar un recargo en su póliza para financiar el Consorcio. El abono de este suplemento viene estipulado en un real decreto.
Terremotos y maremotos, inundaciones extraordinarias, erupciones volcánicas, tempestades con vientos de rachas superiores a 120 km/h, tornados…
Fuentes:
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