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Si te has equivocado de combustible al repostar, no te preocupes, es algo muy común. Este error es más frecuente en las estaciones de autoservicio y pasa muchas veces por distracciones involuntarias. Si logras darte cuenta de inmediato, la solución es bastante simple, pero si has arrancado el coche, las averías pueden ser mayores. Hoy te diremos cómo el seguro puede ser un aliado clave para resolver este desafortunado y común despiste.
¿Te ha pasado que vas a repostar diésel y echas gasolina o viceversa? Este es un error muy frecuente y le sucede hasta a los conductores más experimentados. A veces, los conductores que conducen más de un coche, pueden confundirse entre el combustible de uno u otro coche. En otras oportunidades, los conductores están tan absortos en sus preocupaciones que pueden confundir un surtidor con otro.
Este tipo de errores es más frecuente en las estaciones de autoservicio en las que el mismo conductor es responsable del surtido de combustible. Actualmente, los surtidores están cada vez más identificados y el operador de la gasolinera debe activar el surtidor, todos los días alguien se equivoca.
A pesar de ser un error común, no deja de ser un grave problema para el motor de tu coche.
Los motores de un vehículo están diseñados para la combustión de un tipo específico de carburante. De hecho, hoy en día, los motores son más sensibles a cambios de octanaje y pureza de un mismo tipo de combustible. Por lo que, cambiar la formulación del combustible de alimentación, puede crear daños de diferentes magnitudes. Fíjate algunas de las averías que pueden producirse en el motor y los sistemas de tu coche.
Para que puedas tener una mayor visión del daño causado al usar un carburante diferente, es necesario comprender cómo funciona el motor de tu coche. En nuestro artículo: “¿Sabes cómo funciona el motor de un coche?”, te hemos dado una visión más profunda de la mecánica de tu coche. Allí podrás leer que los motores de un coche, o al menos los de combustión interna, se alimentan de un carburante.
Estos carburantes se mezclan con aire caliente en una cámara hermética en la que una chispa produce una explosión controlada. Esta explosión impulsa una serie de pistones que producen la energía que se transfiere a las ruedas y se genera el movimiento. Esta explosión se repite de manera continua mientras el coche esté encendido. A medida que pisas el acelerador, mayor inyección de combustible a la cámara y mayor velocidad de movimiento se crea.
Pero, para que esta combustión se produzca, se usan diferentes tipos de carburantes o combustibles. El diseño del motor se hace de acuerdo a las características físico-químicas de estos combustibles. Los combustibles, como el diésel o gasóleo, tienen un punto de ignición más alto, es decir, necesitan más temperatura para encenderse. Pero, dado su contenido de parafinas, esta combustión es menos volátil y por ende, más prolongada.
Por el contrario, los motores a gasolina hacen arder el combustible a una temperatura más baja, aunque las explosiones son más violentas y potentes. Pero, a diferencia de los motores diésel, la volatilidad de la gasolina hace que las explosiones sean más cortas.
Los inyectores son dispositivos que administran la cantidad de combustible que se introduce en la cámara de combustión. Estos dispositivos funcionan como parte de un sistema que se compone de bombas de combustible, válvulas y otros dispositivos.
Del mismo modo, cada carburante tiene unas características físicas y químicas distintas. El gasóleo tiene una mayor viscosidad y densidad por el contenido de aceites y parafinas en la mezcla. El sistema de inyección está diseñado para trabajar con mayores aperturas y fuerzas de inyección. Esto se hace para empujar un líquido más denso a mayor velocidad.
Contrariamente, el sistema de inyección de un motor a gasolina tiene menor diámetro de apertura con una menor potencia de las bombas de inyección. Por esta razón, si repostas diésel en un motor de gasolina, podrías taponar el sistema de inyección y crear obstrucciones en diferentes partes del sistema.
Los mecánicos especializados coinciden en que ambos casos son dañinos, pero señalan que echar gasolina a un motor diésel puede crear daños mayores. Introducir un combustible más volátil y de ignición más violenta, puede dañar las cámaras y componentes del motor y el sistema de inyección. Además, se podrían generar explosiones descontroladas que podrían ser peligrosas.
Ahora bien, ¿estas equivocaciones no tienen solución? Afortunadamente, las soluciones son relativamente sencillas, aunque dependen del momento en el que notes el error. Fíjate para que puedas comprender esto de mejor manera.
Errar es de humanos, o al menos eso dice el viejo refrán. Equivocarse a la hora de repostar es muy frecuente y afortunadamente puede solucionarse de forma sencilla. Todo depende del momento en el que notes que te has equivocado. Mira cómo se puede solucionar este problema dependiendo del momento en el que notes la equivocación de combustible.
A la hora de medir los daños causados por un error de repostaje de combustible, las averías son directamente proporcionales a la velocidad con la que lo notes. Si dentro del desafortunado error te das cuenta de inmediato, puedes sentirte afortunado.
Con el coche apagado, la mezcla de combustibles en el depósito no llega al sistema de inyección y, evidentemente, al motor. Por lo tanto, si no enciendes el motor, el error se puede solventar de manera más sencilla y, sobre todo, económica.
La reparación de un error de repostaje cuando no se ha encendido el motor consiste en el vaciado del depósito mediante un sistema de extracción especializado. A continuación, se debe hacer una limpieza del depósito de todo resto del combustible contaminado. Por último, la reparación continua con una purga de los sistemas de inyección con una serie de equipos especiales.
Cuando accionas el encendido de tu coche, el sistema de inyección se activa extrayendo combustible del depósito y llevándolo al motor. Si en un motor a gasolina, el depósito está lleno de diésel, lo que puede suceder es que el coche se apague por un taponamiento de los inyectores. Al tener que empujar un líquido más denso, las tuberías e inyectores pueden colapsar y cortar la alimentación. Consecuentemente, el motor sin alimentación dejará de funcionar.
Como has visto antes, en el caso en el que llenas el depósito de gasolina en un coche de motor diésel, las consecuencias pueden ser peores. Desde explosiones violentas y movimientos bruscos del motor hasta incendios dentro de la cámara. El líquido más volátil que arde a una menor temperatura puede migrar a zonas distintas al motor con graves consecuencias.
Ya lo has visto, el tiempo en el que notas el error es la clave en el agravamiento del problema. Aquí, existen dos tipos de acción para prevenir el incremento del daño, proteger tu seguridad y la de los demás. Mira lo que debes hacer si te das cuenta del error antes de arrancar el coche:
Ahora, ¿qué debes hacer si ya has arrancado el coche?
Lo siguiente que debes hacer es llamar a tu seguro y hacer uso del servicio de asistencia en carretera. Fíjate en qué consiste y cómo puede ayudarte en esta situación.
Muchas aseguradoras ofrecen el servicio de asistencia en carretera como uno de sus servicios incluidos para sus pólizas a todo riesgo. Estos servicios no están estandarizados y pueden variar entre aseguradoras o tipos de pólizas. Algunas aseguradoras tienen servicios integrales, las 24 horas del día, los 365 días del año y en cualquier vía del territorio español. Mientras que algunas aseguradoras cuentan con asistencias más limitadas en términos geográficos y de menos ofertas de servicios.
En términos generales, los servicios de asistencia en carretera incluyen:
Estos servicios pueden ser idóneos para reparar el error de repostaje en tu coche. Tu seguro puede enviarte una grúa que traslade tu coche hacia tu taller de confianza, los talleres afiliados al seguro o el más próximo a tu ubicación. En estos talleres, se puede vaciar el depósito de combustible, purgar el sistema y reparar cualquier avería generada.
Lo que debes tener en cuenta es que el seguro no cubre ningún tipo de reparaciones o mantenimiento de tu coche. Esta reparación varía entre vehículos y el grado del daño causado, una limpieza del depósito puede rondar precios entre los 150 y 400€. Reparar los inyectores, el motor o cualquier parte averiada dependerá de muchos elementos.
Lo más recomendable es comprobar con tu aseguradora los servicios incluidos en tu tipo de póliza. En nuestra comparador de seguros de coche puedes hacerlo en pocos minutos, 100% gratis y de forma personalizada.
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Si el error de repostaje ha sido por parte de los operadores de la estación de servicio, los daños podrían ser cubiertos por el seguro de responsabilidad civil de la empresa administradora de la gasolinera. Aunque es menos frecuente, estos errores pueden suceder también en talleres mecánicos que cometen equivocaciones de repostaje con los vehículos en reparación.
Por norma general, el traslado de grúa está incluido dentro del servicio de asistencia en carretera y no debes pagar nada extra. Sin embargo, todo depende de las condiciones propias de la póliza y la aseguradora.
Depende de tu aseguradora. En algunas empresas puedes contar con un servicio de emergencias incluido para todos los tipos de pólizas. Pero, conceptualmente, la póliza a terceros no suele incluir servicios adicionales como la grúa.
Este es un tipo de pólizas que se pueden contratar para coches nuevos y que aumenta por un período de tiempo ciertos fallos mecánicos una vez que se ha vencido la garantía del fabricante. No todas las empresas cuentan con esta póliza y sus condiciones son muy especiales.
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