Fraude

El fraude es un engaño económico con la intención de conseguir un beneficio. En el ámbito del seguro están muy presentes los factores del triángulo del fraude, y estos son la motivación, la oportunidad y la racionalización. 

Todas las partes involucradas en la contratación de un seguro; tomador del seguro, asegurado, beneficiario, agente de seguros y compañía aseguradora no están exentas de ser participantes en un fraude.

El ejemplo más común es cuando un asegurado quiere demostrar que el siniestro le ha causado más daños de los que realmente ha sufrido. Quiere aprovechar un pequeño golpe con el coche para recibir una indemnización que le permita cambiar alguna pieza o pintarlo por completo.

Otro ejemplo es cuando el agente mediador de seguros, sus familiares o conocidos se aprovechan de su condición de empleado del sector asegurador para obtener beneficios o justificar siniestros de un cliente.

En otras ocasiones también se ha demostrado la implicación de terceras personas o empresas que contribuyen a defraudar a la aseguradora, como despachos de abogados, talleres mecánicos, clínicas médicas, etc.

Los tipos de fraude más comunes son:

  • Fraude por ocultar información. Cuando se intenta ocultar que un siniestro se ha producido por una acción negligente del asegurado o que los daños han sido mayores porque la víctima no cumplía con las medidas de seguridad.
  • Fraude por dar información errónea. Cuando se intenta tergiversar la información sobre el siniestro, cambiando el momento en el que se ha producido, la ubicación,la causa o las personas implicadas.
  • Fraude por simular un siniestro que no ocurre. Por ejemplo un robo que no ha ocurrido.
  • Fraude por exagerar las consecuencias de un siniestro. Especialmente en los siniestros de la salud, con informes médicos falsos y exageración de las dolencias.
  • Fraude por causar un siniestro deliberadamente. Es una de las técnicas más utilizadas para intentar defraudar a la aseguradora.