La asistencia psicológica es una cobertura que está incluida prácticamente en cualquier póliza de seguros de salud y que es cada día más interesante para ayudarte en tu vida diaria, ya que cada día nos enfrentamos a situaciones complejas en las que una ayuda externa siempre ayuda a sobrellevar cada situación con un enfoque más positivo para cuidarnos a nosotros mismos a nivel psicológico. Algunas de tus preocupaciones pueden resolverse en pocas sesiones y con ello mejorar tu vida notablemente.
Es una cobertura muy importante a dos niveles. Por un lado, cada día está en mayor auge el tratamiento de las dificultades de aprendizaje en infancia y adolescencia y en problemas con la autoestima o trastornos alimentarios. Por otro lado, pasada esta etapa de nuestra vida, surgen situaciones más específicas, como la ansiedad y la depresión, así como pequeñas fobias como el miedo a volar o la disfunción eréctil de causa psicológica.
Dependiendo de la compañía y de la póliza contratada, tendrás acceso a unos servicios u otros. En la gran mayoría de los seguros de salud, el primer paso para acceder a la asistencia psicológica es visitar al especialista en psiquiatría para que te derive al profesional de la psicología, aunque hay muchas aseguradoras que ya te permiten acceder al psicólogo sin pasar por el especialista al pasar una determinada carencia.
Un buen seguro de salud con estas coberturas ofrece distintos servicios para atender a la salud mental del paciente, entre los que se distinguen:
Es muy importante, antes de contratar una póliza de salud, comprobar el número de sesiones anuales a las que tienes derecho, ya que siempre estarán limitadas y, por lo general, suelen incluir unas 12-15 sesiones al año. Una cantidad que, aunque al principio pueda parecer baja, llegaría a cubrir una consulta mensual, que suele ser la frecuencia más adecuada una vez realizadas las primeras sesiones.
Para dar comienzo a un tratamiento psicológico determinado, lo primero que debes hacer es saber si en tu póliza el servicio de psicología es por derivación del Psiquiatra o, por otro lado, es de libre acceso, es decir, debes llamar y pedir cita directamente con el psicólogo que te ha de tratar.
Otro factor de gran importancia, como siempre recomendamos desde Arpem.com, es que deberás revisar el cuadro médico disponible en tu compañía de seguros y elegir al especialista que prefieras, ya sea por razones de cercanía o por recomendación.
En el caso de que tengas que acudir primeramente al psiquiatra, este valorará la posibilidad de que tengas que acudir a un psicólogo para llevar a cabo algún tipo de terapia, así como la necesidad de recetar algún tipo de medicación, en caso de que lo considere oportuno.
Una vez que el psiquiatra derive al paciente al psicólogo, será éste el que lleve a cabo una valoración de su estado de salud y decidirá el tratamiento (no farmacológico) a seguir. El psicólogo es un profesional sanitario que en España debe disponer de diferentes títulos homologados para poder ejercer la profesión, véase la licenciatura en psicología y el PIR (formación práctica equivalente al MIR de los médicos) o máster en psicología clínica que habilita para llevar a cabo la psicología clínica a la que se desea acceder.
El tratamiento será muy distinto dependiendo de las necesidades de la persona que acudirá al especialista. La terapia individual es uno de los tratamientos más frecuentes. El psicólogo será el encargado de pautar el proceso terapéutico en sesiones individuales donde trabajar, sin medicación, las necesidades de cada persona en el día a día.
Las sesiones de terapia individual tienen una duración variable, dependiendo del método que siga el psicólogo y de las necesidades del paciente. Lo habitual en una de estas sesiones son aproximadamente 50 minutos, aunque pueden ser más cortas o más largas. Además, el tratamiento puede ser también en pareja, si los problemas vienen en el marco de una relación, en familia si hay menores implicados o en grupo para algunos tipos de trastornos sociales.
A pesar de que la asistencia psicológica es ya una cobertura habitual en la mayor parte de los seguros de salud, las condiciones en las que se ofrece no son las mismas en todos. Por eso, antes de contratar un seguro u otro, es importante asegurarse de cuáles son las características de cada póliza.
En la mayor parte de los seguros de salud está cubierto un número limitado de sesiones de terapia, en torno a 15 o 20 al año. Algunas pólizas extienden mucho más este tope si el tratamiento tiene que ver con trastornos de la alimentación.
Respecto a las exclusiones, no está incluido en la póliza todo lo que se haya diagnosticado antes de contratar el seguro, es decir, lo que se conoce como preexistencias. Estos son algunos ejemplos de la cobertura psicológica contemplada en algunas pólizas:
Compañía | Sesiones | Carencia |
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Adeslas | 20 sesiones/año y asegurado (40 por trastornos alimenticios). | No hay carencia. |
Aegon | 15 sesiones/año y asegurado. | 6 meses de carencia |
Asisa | 20-40 sesiones/año y asegurado. | 6 meses de carencia |
AXA | 12 sesiones y reembolso del 80% en la póliza Óptima Joven. | No hay carencia |
DKV | 20 sesiones/año y asegurado (40 por trastornos alimenticios, 30 psicoterapia y 20 psicología clínica). | No hay carencia |
FIATC | 25 sesiones/año y asegurado. | 6 meses de carencia |
Sanitas | 15 sesiones/año y asegurado. | 6 meses de carencia |
La asistencia psicológica es fundamental para la salud mental, y con ello la salud física, de un paciente en cualquier momento de su vida, aunque la cobertura que ofrecen los seguros de salud en esta materia puede variar mucho, de forma que en algunos seguros el problema estará mejor cubierto que en otros casos en los que las prestaciones pueden ser insuficientes.
Por eso es fundamental comparar todas las coberturas que ofrece cada aseguradora y sus precios antes de decantarse por un seguro u otro. Si la póliza contratada es una modalidad con copagos, es decir, que tienes que abonar una cantidad de dinero determinada por cada sesión de atención psicológica que recibas en una de las clínicas concertadas de la compañía, deberás abonar una cantidad por cada vez que utilices este servicio.
Cada aseguradora fija sus condiciones y niveles de protección para su seguro médico.
Cuando es un seguro sin copagos no tendrás que pagar ninguna cantidad. En el caso de que cuentes con un seguro de reembolso de gastos, podrás elegir la clínica psicológica que desees y la aseguradora te abonará entre el 80% y el 90% del coste del servicio con una limitación monetaria anual, es decir, si es una póliza de reembolso con sublímite de 500 euros para psicología, sólo abonarán esos porcentajes hasta ese límite y posteriormente no te reembolsará más. De ahí la importancia de conocer bien tu póliza y ver todas estas pequeñas diferencias.
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¿Qué son los servicios de bienestar?
Una de las tendencias actuales de los seguros de salud es incluir servicios de bienestar muy útiles para mejorar la calidad de vida de los asegurados y complementar una terapia psicológica. Es por ello, que cada día se da más cabida a sesiones de medicina alternativa o de prevención de enfermedades. La medicina alternativa comprende aquellas terapias ideadas para paliar los efectos de algún problema médico crónico, como por ejemplo la acupuntura o la osteopatía. Cada vez más pacientes hacen uso de estas técnicas alternativas para disminuir, por ejemplo, el dolor. La medicina alternativa, como ya ocurre en otros países europeos, se considera una nueva área de la medicina, que la sanidad pública no cubre. Estas técnicas incluyen la homeopatía, la medicina naturista, la relajación, la osteopatía, la acupuntura, el control del sueño o el pilates. Mapfre, Axa y DKV, por ejemplo, incluyen estas coberturas en distintos formatos.
Cada día son más las aseguradoras que apuestan por los servicios de bienestar psicológico en sus pólizas y optan por la prevención de posibles situaciones sanitarias difíciles, dando el mejor tratamiento a sus asegurados.
No todas las terapias alternativas están cubiertas en póliza, o serán objeto de cobertura, pero la aseguradora pondrá a tu disposición muchos profesionales con descuentos que te facilitarán el acceso a dichos especialistas en su sector.
Si acudes al psicólogo, será él quien te asesore y recomiende el mejor tratamiento para eliminar la situación que te genera preocupación, así pues confía en su criterio a la hora de hacer un tratamiento específico. Y si no sientes comodidad durante la sesión, recuerda que tienes disponible la segunda opinión médica y podrás acceder a otro especialista que lleve tu caso.
Casi todas las pólizas médicas incluyen hoy en día tratamiento psicológico, pero varían las condiciones de unas a otras.
La terapia dependerá del psicólogo que elijamos y según su formación específica, pudiendo ser terapias más conductuales o cognitivas. No obstante, puedes estar tranquilo, ya que lo fundamental es que conectes con la persona con la que vas a trabajar tus preocupaciones psicológicas.
El psicólogo es un profesional sanitario que en España debe de tener varios títulos homologados para poder ejercer.
Efectivamente, algunas compañías ofrecen tratamiento psicológico, pero puede exigir un copago, dado que estos tratamientos son, a menudo, de larga duración. Y este copago será por sesión, al igual que cuando acudes a cualquier otro acto médico.
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