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La batería es el corazón de los sistemas eléctricos de un vehículo; es la pieza que asegura el correcto funcionamiento de los distintos elementos eléctricos del coche. Su mantenimiento adecuado es esencial para garantizar un rendimiento óptimo y prolongar su vida útil, un aspecto crucial en la movilidad actual. Además, es uno de los mecanismos del vehículo que tienen fecha de caducidad y, por lo tanto, debe renovarse cada cierto tiempo. Si tu coche no arranca, no debes tomarlo como un síntoma de que la batería no funciona, sino como una consecuencia. Si llevamos a cabo un correcto mantenimiento y procuramos una serie de cuidados podemos alargar su vida útil. En este artículo repasamos estas precauciones y cómo identificar si ha llegado el final definitivo de la batería de nuestro coche.
La función tradicional de la batería del coche es bien conocida: sin la batería no se puede arrancar el vehículo. Además del motor de arranque, también las luces y las aplicaciones electrónicas del coche necesitan energía eléctrica. La batería es la pieza que almacena la energía que necesita el coche para funcionar, esto es, para que el motor arranque y los sistemas electrónicos (como la radio, las luces o los elevalunas) funcionen correctamente. El problema es que, si nos quedamos sin batería, ninguno de estos sistemas continuará funcionando. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, antes de descargarse por completo, la batería nos da una serie de señales de aviso. Si las conocemos, podremos evitar que nuestro vehículo nos deje tirados.
La batería de un coche está constituida por un acumulador que, por lo general, tiene nueve placas: cinco negativas y cuatro positivas, unidas de manera alterna por medio de un puente. Cada una de las partes de la batería se encuentra en un compartimento con una solución electrolítica que se compone de agua destilada y ácido sulfúrico.
La labor principal de la batería consiste en aportar la energía necesaria para la puesta en marcha del motor de arranque del vehículo que, después, continúa recargándose por medio del alternador. Además, también sirve de apoyo al alternador cuando este no puede suministrar toda la corriente que requieren otros consumidores eléctricos del automóvil, como los accesorios de confort o seguridad.
Por tanto, podemos decir que la batería, además de encargarse del sistema de encendido del motor, aporta alimentación a los equipos eléctricos cuando el automóvil está parado, como el cierre centralizado, la radio, el sistema de iluminación o el GPS. Pese a consumir una cantidad baja de energía, pueden llegar a descargar la batería si se somete a un uso prolongado de esta función.
La vida de una batería habitual es de unos cuatro años aproximadamente. Sin embargo, esta cifra puede variar de una batería a otra. Los coches que utilizan muchos sistemas electrónicos o poseen muchos componentes conectados a las tomas de corriente, como los navegadores, pueden gastar la batería mucho antes. A veces esta descarga de la batería se produce por un despiste, como dejar las luces encendidas durante una noche entera.
También puede ocurrir que dejemos el coche inmovilizado durante mucho tiempo y cuando lo arrancamos, comprobamos que no tiene batería. Esto ocurre porque, mientras está parado, en el coche hay sistemas que siguen consumiendo energía, como ocurre con las televisiones que se dejan en “stand by”. Por esta razón, es importante recordar que tenemos que quitar la batería si vamos a tener el coche parado mucho tiempo.
Existen factores externos que pueden hacer que la batería falle, como pueden ser los cambios bruscos de temperatura. Sin embargo, la batería no se gasta de pronto, sino que esto va sucediendo poco a poco.
Existen señales que debemos tener en cuenta:
Para cambiar la batería de un coche lo más recomendable es acudir a un profesional. En la mayoría de los vehículos actuales, reemplazar la batería es una acción que necesita de unos cuidados y precauciones específicas. Hoy en día los coches utilizan sistemas cada vez más sofisticados y nuestra intervención podría dañar el sistema eléctrico del coche, del que dependen diferentes circuitos, como pueden ser el aire acondicionado o el sistema “start-stop”, que a su vez dependen de la batería.
Además, no es un proceso sencillo. No es fácil desmontarla y volverla a montar. A menudo, su ubicación no es accesible con facilidad. Por eso, ante todas estas circunstancias, es necesario que intervenga alguien con experiencia y que esté en posesión de las herramientas adecuadas para dicha tarea.
Lo primero que tenemos que saber, si decidimos cambiar la batería nosotros mismos, es que se trata de una pieza muy pesada, muy corrosiva y contaminante y que puede inflamarse. Por eso, cuando hagas el cambio, deberás tener pensado donde vas a almacenar la vieja batería hasta deshacerte de ella en un punto limpio. A continuación, te explicamos, paso a paso, cómo cambiar la batería:
Las baterías no tienen un plazo fijo a la hora de agotarse. Está conectada con casi todos los dispositivos del coche y permite que funcionen, como la radio, el GPS, el cierre centralizado o la iluminación.
Lo indicado es revisar la batería cada seis meses, si el coche tiene más de dos años. En general, se estima que la vida útil es de unos cuatro años. Este tiempo es aproximado, teniendo en cuenta que cada vez los coches tienen más sistemas electrónicos. Con más de cuatro años, es conveniente cambiarla aunque siga funcionando, porque podría descargarse en cualquier momento.
El sistema eléctrico de nuestro vehículo desempeña un papel fundamental en su funcionamiento, y dos de los componentes que trabajan en estrecha relación para ello son la batería y el alternador.
Cuando surgen problemas eléctricos, es común preguntarse si el fallo proviene de la batería o del alternador. El alternador y la batería trabajan en conjunto, por lo que, si el primero no funciona correctamente, dejará de proveer la energía que necesita tu vehículo para andar. En este escenario, el motor toma directamente la energía de la batería y termina por descargarla, provocando que tu vehículo se apague o no arranque.
A continuación detallamos algunas señales que te ayudarán a identificar cuál de los dos es el origen del problema:
La batería de arranque es un dispositivo que forma parte del encendido del vehículo. Sus funcionalidades de carga y descarga proporcionan energía para iniciar el ciclo que antecede a la marcha o movimiento, al tiempo que asiste o alimenta partes eléctricas del coche como la iluminación. Existen varios factores que pueden incidir considerablemente en la vida útil de la batería de un vehículo, los cuales tienen que ver principalmente con las siguientes causas:
El coste de cambiar la batería del coche puede variar dependiendo del modelo y tipo de batería que se elija para la sustitución y de las necesidades del coche. En cuanto a su sustitución en un taller profesional, el precio de cambiar la batería del coche depende de los mismos factores y la batería que se elija para la sustitución, a lo que hay que añadir la mano de obra.
Tradicionalmente, ha sido un proceso relativamente sencillo, pero hoy en día, con los modelos de vehículos actuales, este proceso se ha vuelto algo más complicado debido a los componentes y sistemas eléctricos que tienen los coches modernos, circuitos que dependen de la batería. El precio de reemplazar una batería de coche suele rondar entre los 70 y los 270 euros, dependiendo del modelo y la marca del vehículo. La mano de obra también dependerá del lugar donde esté ubicada la batería, pues hay casos en que está colocada debajo del tapizado del maletero y cuesta mucho más extraerla.
Los ciudadanos pueden entregar las baterías usadas de sus vehículos en cualquier taller mecánico autorizado, en los puntos limpios o a un gestor autorizado. Al realizar esta acción, el consumidor pone en marcha un sistema de reciclaje que ofrece grandes beneficios ambientales. Las baterías de los coches se pueden reciclar mucho más que las pilas: del 100% de pilas que se ponen en el mercado en España, se recoge un 45%, y de ese 45%, se recicla el 75% de su material. Ahora bien, las baterías de plomo son reciclables prácticamente al 100%, y ese material reciclado sirve y se utiliza para hacer nuevas baterías, ya que es un material que puede aprovecharse infinitas veces.
Aunque las baterías no pueden volver a utilizarse como alternador en un vehículo, sí que tienen un alto valor para el reciclaje. Muchas empresas y particulares se encargan de recogerlas para el reciclaje porque se estima que el 99% de sus componentes pueden reutilizarse para la fabricación de otros elementos, entre ellos el plomo y el electrolito en las baterías convencionales, el litio, el cobre y el níquel en las nuevas de vehículos eléctricos. Las primeras de la lista son las empresas que, como su propio nombre indica, están dedicadas al reciclaje de diferentes componentes eléctricos y electrónicos, así como las empresas especializadas en la gestión de residuos. Los talleres mecánicos y los desguaces de vehículos también pueden recoger estos componentes, como las chatarrerías.
Aunque no es mucho el beneficio, es posible llevar esta pieza del vehículo al desguace y venderla. Dependiendo del tipo de batería, se consigue una cantidad económica u otra. Lo más habitual es conseguir unos 5 euros por las baterías de entre 0Ah y 60Ah; unos 10 euros por las de 61Ah a 89Ah; y unos 15 euros por las de más de 90Ah.
Cuando compres una batería debes tener en cuenta que existen distintos tipos. Debes fijarte en la capacidad de la batería, que se mide en amperios. Escoge siempre una que tenga la misma capacidad que la sustituida. También debes tener en cuenta el voltaje que suele ser de 12 voltios. Y, por supuesto, debes comprobar que el tamaño es el adecuado y que los bornes están colocados igual.
Hay que darle un uso correcto al conducir, pero también hay que tener en cuenta otras cosas. Influyen la marca del coche, el clima y los cambios bruscos de temperatura, o realizar trayectos demasiado cortos (se necesitan al menos 10 kilómetros para que la batería recupere la energía que ha perdido al arrancar), una larga inactividad o dejarse las luces encendidas. Además, si el alternador se avería, también se avería la batería.
En el momento de acudir al taller para la revisión de tu automóvil y su puesta a punto, aprovecha para que inspeccionen la batería. Así podrás verificar en qué condiciones se encuentra y si necesitas cambiarla.
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Otro consejo útil para evitar problemas en la batería del coche es desconectarla en el caso de que no vayas a utilizar tu vehículo durante un tiempo prolongado. Recuerda que, aunque esté parado, consume electricidad, lo que significa que la batería puede ir descargándose lentamente. Desconectar la batería es tan sencillo como desconectar los bornes de la batería, primero el borne negativo que corresponde al cable negro y posteriormente el borne positivo, el del cable rojo.
La temperatura exterior influye en el rendimiento. El invierno y los climas fríos afectan hasta el punto de que podría no tener el amperaje suficiente para que arranque el vehículo. En este caso, lo mejor es resguardar el coche de las bajas temperaturas en el garaje.
Cómo cargar la batería del coche
Una alternativa, en caso de avería, es recargar la batería. Lo primero es contar con las herramientas necesarias, como un cargador rectificador y gafas protectoras, además de unos guantes. Para evitar lesiones hay que comprobar las conexiones en los bornes de la batería y que el cargador esté lo suficientemente alejado de la batería. Hay que desconectar los cables después de limpiar los terminales.
Primero se desconecta el borne negativo y luego el positivo. No hay que abrirla, porque contienen sustancias corrosivas y muy contaminantes. Podemos cargarla conectando un cargador, si está totalmente descargada. Hay que enganchar el cable positivo, de color rojo, al poste positivo de la batería, y el cable negativo al poste negativo habitualmente de color negro. Enciende el cargador. La luz de conexión (amperímetro) te asegura que la batería se está cargando. El tiempo que tarda en cargarse varía de un coche a otro, así como del cargador utilizado.
Si un coche no arranca, la causa puede ser un fallo en el alternador, que es la pieza que permite al coche producir electricidad para que funcione, y mantener la batería cargada. Si se trata de un fallo del alternador, poner una nueva batería conducirá a que ésta se descargue de nuevo. Quizá no sepas que la batería se activa solo mientras el coche está parado con el encendido conectado. El encargado del funcionamiento es el alternador, que es el mecanismo que produce toda la energía eléctrica que necesita el coche.
Lo mejor es acudir a un taller especializado. Pero si decidimos cambiarla nosotros, debemos tener en cuenta que hay que usar guantes, una llave inglesa para desconectar los bornes y desconectar primero el cable rojo, positivo, y luego, el negro, negativo. Una vez que hemos retirado la batería, debemos comprobar el estado de la base en la que estaba sujeta. Con el cepillo o un trapo limpiamos la suciedad para que la nueva pieza encaje perfectamente.
Es recomendable revisar la batería cada seis meses, si el coche tiene dos años o más. Y si tiene más de cuatro, debes tener en cuenta que la batería puede fallar en cualquier momento y que lo conveniente es cambiarla por una nueva. , aunque siga funcionando, lo más conveniente será que la cambies, ya que no sabes en qué momento a partir de ahí podría dejar de hacerlo.
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