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Con tu seguro de salud tendrás acceso a todas las pruebas y medios de diagnóstico necesarios para la detección y diagnóstico de todas aquellas patologías que puedan desarrollarse en tu vida. Así pues, tener un seguro de salud te ayudará con el sarampión y otras muchas enfermedades que puedan darse en tu vida.
En este artículo analizaremos el sarampión, sus características y condiciones para que sepas de primera mano cómo actuar en caso de que se dé esta situación, de modo que tengas la tranquilidad de que tu seguro de salud pone a tu alcance todas aquellas pruebas y necesidades que te puedan surgir a lo largo de la patología.
Los seguros de salud ofrecen todo tipo de servicios médicos, que van a prestarte ayuda en todo lo que necesites cuando presentes alguna enfermedad vírica: la medicina general, la medicina preventiva, pediatría, enfermería y las urgencias médicas son sólo algunos ejemplos de todo lo que te puede aportar en cuanto a asistencia sanitaria, además de tener el mejor trato personalizado y con los mejores médicos especialistas a tu disposición las 24 horas.
Tal y como hemos visto anteriormente, los síntomas relacionados con el sarampión son muy similares a los de cualquier otro virus, tales como la gripe o cualquier resfriado común, por lo que ante la duda es importante saber detectar la enfermedad a tiempo para evitar complicaciones y que no termine siendo una enfermedad grave:
En los seguros de salud toda prueba diagnóstica tiene que estar prescrita por tu médico especialista, ya que no en todos los casos es necesaria, por ejemplo, puede haber un brote en tu localidad o en el colegio de tus hijos y no ser necesaria, o puede ser un caso tan relevante que no haga falta hacer ningún tiempo de prueba. Además, es importante revisar bien la cobertura de tu seguro de salud para ver si entra dentro de las garantías contratadas.
Las carencias en los seguros de salud son ciertos servicios médicos en los que debes esperar un tiempo para poder utilizarlos cuando contratas tu póliza. Pero no te preocupes, porque para medios de diagnóstico básicos como radiografías o análisis clínicos que no sean de alto diagnóstico, y consultas médicas de medicina general, enfermería o especialidades médicas, vas a poder utilizarlos desde el primer que contrates tu seguro de salud.
Las carencias para los medios especiales de diagnóstico que debes de tener en cuenta, son las siguientes:
Como verás, es importante saber los periodos de carencia en los diferentes servicios médicos antes de la contratación de tu seguro de salud ya que, en este caso, las más atractivas para esas pruebas especiales de diagnóstico que pudieran surgir por cualquier motivo es DKV, que no tiene, y le sigue Adeslas con sólo 3 meses de carencia. En el resto de casos habría que esperar 6 meses para poder hacer uso de esos servicios.
Antes de nada, cuando hay la más mínima sospecha de cualquier enfermedad, lo primero que debes hacer es consultar con tu médico de medicina general, para que pueda confirmar el diagnóstico y aplicar el tratamiento más adecuado, además de que puedas tener los cuidados necesarios para este tipo de patología.
Lo primero de todo, gracias a la medicina preventiva de los seguros de salud, hay que destacar que el sarampión tiene vacuna, por lo que el primer tratamiento preventivo y el más importante es este. Esta vacuna es MMR, la cual no sólo sirve para el sarampión si no que además es para la rubéola o paperas, se administra en 2 dosis, la primera entre los 12-15 meses y la segunda entre los 4-6 años. Además, esta vacuna también se la pueden administrar aquellas personas no inmunizadas o aquellos adultos que no hayan tenido la enfermedad.
Una vez tu médico te ha diagnosticado la patología del sarampión, debes saber que no hay un tratamiento específico para esta enfermedad, pero sí que hay medios para aliviar las molestias y disminuir los síntomas. A continuación vamos a enumerar una serie de consejos prácticos para poder aliviar el sarampión:
Descanso y aislamiento: como en toda enfermedad, es muy importante el descanso para poder mejorar los síntomas contra el agotamiento y malestar general. Además, al ser una enfermedad vírica hay un riesgo alto de contagio, por lo que se debe evitar el contacto con todas las personas por lo menos los primeros 4-5 días de la aparición de la erupción cutánea.
Control de la fiebre: hay que controlar la fiebre mediante antipiréticos como ibuprofeno y paracetamol para que la fiebre no sea muy alta antes de aplicar otros medicamentos más fuertes.
Alivio de los síntomas respiratorios: otro de los síntomas del sarampión es la dificultad respiratoria, por lo que es importante beber mucho líquido y hacer uso de otros medios como humidificadores o soluciones salinas.
Hidratación adecuada: como hemos visto anteriormente, debido a la dificultad respiratoria, la fiebre alta, la tos seca y alta congestión nasal, es muy importante mantenerse bien hidratado mediante agua, zumos o caldos.
Si hay alguna complicación, lo primero que debes hacer es consultar con tu médico de medicina general para ver si es necesario aplicar algún tipo de medicamento más fuerte por si hay alguna infección bacteriana.
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En caso de ser infectado por alguna enfermedad vírica, gracias a los seguros de salud vas a tener a tu alcance todo tipo de servicios médicos desde el primer día, sin necesidad de acudir a la Seguridad Social, acortando las largas listas de espera y teniendo el mejor trato personalizado.
Para poder erradicar el sarampión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos han establecido iniciativas que incluyen el fortalecimiento de los programas de vacunación, además, se revisa cuidadosamente la cobertura de vacunación para evaluar si todos los niños o adultos han sido vacunados y, por último, se ha puesto en marcha la iniciativa de tener una rápida respuesta en los nuevos brotes que puedan surgir.
La mejor forma de prevenir ésta y cualquier enfermedad es por medio de la vacunación, como método de prevención es lo más efectivo y lo mejor para no poner en riesgo la vida de las personas. En este caso la vacuna es triple, ya que es una vacuna contra el sarampión, la rubéola y las paperas, conocida como la MMR. Gracias a tu seguro de salud podrás administrar la vacuna por medio de la enfermería.
La vacuna contra el sarampión se administra en 2 dosis, la primera dosis entre los 12 y 15 meses de edad, y la segunda dosis entre los 4 y 6 años de edad. Tu seguro de salud te permite acudir a pediatría de forma ilimitada siempre que lo necesites, de esta manera puede verificar el calendario de vacunación por si hubiera algún cambio al respecto.
Los seguros de salud cubren la consulta con pediatría para información de aplicación y dosificación de las vacunas, junto con el servicio de enfermería para administrar la vacuna, pero el coste de la vecina corre por cuenta del asegurado.
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