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Se estima que casi medio millón de personas sufren en España algún tipo de trastorno alimentario. Estos trastornos no sólo afectan al organismo desde un punto de vista físico, sino que se acompaña de alteraciones psicológicas y emocionales. Pero, con la ayuda profesional indicada, los trastornos alimentarios pueden superarse con éxito. Tu seguro de salud puede ayudarte a superar un trastorno alimentario con sus coberturas de asistencia psicológica profesional.
Los trastornos alimentarios son uno de los principales problemas de salud pública en España. Estas afecciones no solo impactan la relación con la comida, sino que también afectan de manera significativa el bienestar físico y emocional de quienes las padecen. La Sociedad Española de Médicos de Generales y de Familia, estima que son la tercera enfermedad crónica más común entre los adolescentes españoles. Aunque es frecuente pensar que sólo afecta a los más jóvenes, es padecida por cerca de medio millón de adultos de diferentes edades.
Analizar los principales trastornos alimentarios que afectan a la población española, es fundamental para comprenderlos de forma integral. Para ello, es clave entender sus características, síntomas y los servicios de salud adecuados puede marcar la diferencia en su tratamiento y recuperación. Fíjate cómo son y cuáles son las características de los principales trastornos alimentarios en España:
La anorexia nerviosa es uno de los trastornos alimentarios más graves y conocidos. Este trastorno se caracteriza por una distorsión de la imagen corporal y un miedo irracional a ganar peso, lo que lleva a la persona a reducir drásticamente su ingesta de alimentos. La anorexia puede provocar graves consecuencias físicas, incluyendo desnutrición, pérdida de masa muscular, problemas cardíacos y en casos extremos, la muerte. Sus síntomas principales son:
Las consecuencias para la salud de la anorexia son graves, pues no solo afecta el cuerpo, sino también la mente. La malnutrición severa puede ocasionar problemas cardíacos, insuficiencia renal, infertilidad y osteoporosis. En muchos casos, se requiere una hospitalización inmediata para estabilizar la salud física con la atención de múltiples especialistas.
La bulimia nerviosa es otro trastorno alimentario caracterizado por episodios de ingesta excesiva de alimentos. Estos son seguidos por comportamientos compensatorios para evitar el aumento de peso, como el vómito autoinducido, uso de laxantes o ejercicio extremo. A diferencia de la anorexia, las personas con bulimia suelen mantener un peso relativamente normal, lo que puede hacer que este trastorno sea más difícil de detectar. Una persona con bulimia puede manifestar el trastorno así:
La bulimia puede tener graves repercusiones en el sistema digestivo, endocrino y respiratorio. Los daños en el esófago, desequilibrios electrolíticos que pueden afectar al corazón y problemas dentales son los más frecuentes.
El conocido popularmente como “trastorno por atracón” es el más común de los trastornos alimentarios en España. Se caracteriza por episodios de ingesta excesiva de alimentos, sin los comportamientos compensatorios típicos de la bulimia. Las personas con este trastorno suelen comer grandes cantidades de comida en poco tiempo, a menudo en secreto. Pero además, suelen experimentar una sensación de pérdida de control y un apetito, a veces, insaciable. Este trastorno está asociado con el sobrepeso y la obesidad, aunque no todas las personas que lo padecen tienen un índice de masa corporal elevado. Las personas con este trastorno experimentan:
El “trastorno por atracón” está estrechamente relacionado con problemas de salud como la obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares. Además, el impacto emocional es significativo, ya que muchas personas que sufren este trastorno experimentan depresión y baja autoestima.
La ortorexia es un trastorno menos conocido, pero cada vez más común. Se caracteriza por una obsesión insana por comer alimentos que la persona considera “saludables”. En la ortorexia, la vigilancia de los ingredientes y efectos de cada alimento, se vuelve obsesiva. Esto puede llevar a deficiencias nutricionales y aislamiento social. Sus síntomas principales son:
Los pacientes con ortorexia pueden degenerar en una malnutrición grave si la dieta se vuelve demasiado restrictiva. Además, puede afectar la vida social y emocional de la persona, que se siente incapaz de participar en actividades normales por miedo a comer algo que considera no saludable.
La vigorexia, también conocida como dismorfia muscular, es un trastorno en el que la persona tiene una obsesión por desarrollar un cuerpo más musculoso. A menudo, las personas con vigorexia pasan largas horas en el gimnasio y pueden recurrir al uso de esteroides u otras sustancias peligrosas para alcanzar sus objetivos. Pero, se relaciona con la alimentación, pues estas personas suelen tener grandes desórdenes en su equilibrio alimentario.
Las dietas constituidas exclusivamente por proteínas pueden seguirse por una eliminación radical de todo tipo de proteína y ser sustituida por carbohidratos. Estos vaivenes en la alimentación, producen serios casos de enfermedades renales, hepáticas y estomacales.Afortunadamente, los trastornos de la alimentación también pueden ser tratados de forma efectiva. Aunque cada persona tiene un tipo de tratamiento específico, es importante ver cuáles son los más comunes.
Dada la multifactorialidad de causas y consecuencias, los tratamientos para los trastornos alimentarios son complejos. Asimismo, requieren de un enfoque multidisciplinar que aborde tanto los síntomas físicos como los emocionales. Es por eso que es casi imposible estandarizar una única receta o un único tipo de tratamiento efectivo. Sin embargo, la mayoría de los especialistas médicos y psicólogos, coinciden en la pertinencia y efectividad de los siguientes tratamientos:
La terapia cognitivo-conductual es uno de los tratamientos más eficaces para los trastornos alimentarios. Esta forma de terapia se centra en identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que están contribuyendo al trastorno. El objetivo es ayudar a las personas a desarrollar una relación más sana con la comida, el cuerpo y las emociones.
La terapia nutricional es otro pilar fundamental en el tratamiento de los trastornos alimentarios. Los pacientes suelen necesitar la orientación de un nutricionista para restablecer una alimentación equilibrada. Un plan nutricional adecuado ayuda a normalizar los patrones de alimentación y a reparar los daños físicos causados por la malnutrición.
La terapia familiar es crucial para adolescentes y jóvenes que están luchando con un trastorno alimentario. Dado que estos trastornos afectan no solo al individuo, sino también a su entorno, involucrar a la familia en el tratamiento puede mejorar significativamente los resultados.
Los trastornos alimentarios pueden tener graves consecuencias para la salud física, como desnutrición, problemas cardíacos, osteoporosis, entre otros. Por ello, el tratamiento médico es esencial para abordar las complicaciones físicas que acompañan a estas afecciones.
En casos severos de trastornos alimentarios avanzados que han causado complicaciones físicas graves, puede ser necesaria la hospitalización o el ingreso en un centro especializado. Durante el ingreso, los pacientes reciben atención médica y psicológica intensiva. Además, se les proporciona un ambiente controlado donde puedan aprender a comer de manera saludable y trabajar en sus problemas emocionales y mentales.
Este tipo de tratamientos trata de compensar las deficiencias alimentarias de la persona, pero de forma controlada por un médico especialista. Dependiendo de las consecuencias del trastorno de base, se centran en el consumo de suplementos alimenticios, minerales, proteínas o vitaminas específicas. En algunos casos, se indican medicamentos de protección gástrica, hepática o renal. Asimismo, medicamentos indicados para la regulación hormonal y de otros sistemas orgánicos.
Ahora bien, una vez vistos los trastornos y tratamientos comunes, surge la gran pregunta: ¿Mi seguro de salud cubre los tratamientos para el trastorno alimentario? Aunque tiene sus matices y particularidades, este es uno de los puntos en los que más cambios ha tenido el mercado asegurador español. Fíjate por qué.
Si algo caracteriza al sector asegurador en España, es su capacidad de adaptación a las necesidades de sus asegurados. En este sentido, los cambios en la visión de los trastornos alimentarios han producido cambios en el enfoque de las aseguradoras hacia estos padecimientos. En la actualidad, se ha comprobado que el trastorno, aunque tenga orígenes emocionales y psicológicos, puede causar daños graves a la salud.
Por ende, los principales seguros del mercado han incorporado dentro de sus planes de cobertura la asistencia con psicólogos y especialistas en la nutrición. Fíjate cómo:
Muchos seguros de salud incluyen cobertura para la terapia psicológica dentro de sus servicios de salud mental. Sin embargo, es importante leer detenidamente la póliza, ya que no todos los planes ofrecen el mismo nivel de cobertura.
Algunas aseguradoras pueden limitar el número de sesiones anuales de terapia, mientras que otras ofrecen un enfoque más amplio. Compañías como Sanitas y Adeslas suelen incluir un número significativo de sesiones de psicoterapia al año, aunque las condiciones pueden variar entre diferentes planes.
No todos los seguros de salud incluyen la consulta con nutricionistas dentro de sus coberturas básicas. Sin embargo, aseguradoras como Allianz, Asisa y Aegon han empezado a incluir coberturas nutricionales en algunos de sus planes. Esto es particularmente relevante para quienes necesitan un tratamiento continuo y seguimiento especializado, que puede prolongarse durante meses o incluso años.
Algunos planes también pueden ofrecer programas específicos para trastornos alimentarios, que incluyen la evaluación y seguimiento nutricional. En cuanto a los tratamientos de mayor duración e intensidad, como la hospitalización en centros especializados, la cobertura aún no es la suficiente. Muchas aseguradoras no cubren estos servicios, aunque algunas compañías tienen coberturas parciales o totales en centros afiliados a su red de servicios.
Es clave que sepas que esta visión está cambiando paulatinamente y cada vez más aseguradoras consideran la salud mental tan importante como la física. Por ello, es fundamental que compruebes este tipo de coberturas a la hora de renovar o contratar una póliza de salud. Con nuestra herramienta de comparación de seguros de salud, podrás hacer una búsqueda totalmente personalizada. En muy poco tiempo podrás ver todas las opciones disponibles de acuerdo a tus búsquedas, necesidades y presupuestos.
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Por lo general, en el imaginario colectivo, los trastornos alimentarios son procesos que sólo son vividos por adolescentes cómo una fase transitoria. Sin embargo, los trastornos de la alimentación pueden crear serias patologías sistémicas y pueden ser causas de alteraciones psicológicas y psiquiátricas más severas, que necesitan un tratamiento especializado. Aun así, existe una realidad poco conocida y son los trastornos alimentarios en la tercera edad. Según los especialistas, una de cada tres personas en residencias de mayores sufren de algún grado de múltiples trastornos de la alimentación.
La triste realidad es que, aunque las estadísticas de adolescentes con este padecimiento son abrumadoras, no son los únicos en sufrir estos trastornos. Muchos adultos y, especialmente, adultos mayores sufren de graves trastornos alimentarios que necesitan atención especializada.
No todas las aseguradoras tienen dentro de sus coberturas las consultas con especialistas como los nutricionistas. Sin embargo, las empresas de seguros de salud están cada vez más incluyendo este tipo de terapias de tratamiento y prevención de los trastornos alimentarios.
Un trastorno alimentario es un padecimiento que involucra a un equipo multidisciplinar de profesionales de la salud. Cada paciente debe ser evaluado por médicos, psicólogos, nutricionistas y otros especialistas en la salud física, mental y emocional.
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