Las enfermedades cardiovasculares y la cobertura de los seguros de salud

Las enfermedades cardiovasculares en España. Clasificación, causas y efectos

Cuando escuchas el término enfermedades cardiovasculares, por lo general, lo asocias a aquellas que afectan al corazón y a los vasos sanguíneos. Esta terminología, aunque puede ser un poco generalizada, va mucho más allá de afecciones orgánicas específicas. Es decir, según la Sociedad Española de Cardiología, las enfermedades cardiovasculares son una de las más complejas de la fisiología humana.

Esto se debe, principalmente, a que los fallos y afecciones del sistema circulatorio involucran afectaciones multisistémicas simultáneas. Por lo que, a diferencia de otro tipo de enfermedades, a menudo, suelen afectar a todo el equilibrio corporal. He ahí, su importancia en la salud y además, suelen generarse por diferentes causas y patologías subyacentes.

Las enfermedades cardiovasculares, como término médico general, se describen en torno a su magnitud y ramificaciones al organismo. O sea, de acuerdo a su localización y efecto en el resto del cuerpo. Por ende, es fundamental clasificarlas antes de hacer cualquier tipo de análisis. En España, todas las enfermedades cardiovasculares agrupan a un tercio de las enfermedades de todas las edades, géneros y orígenes genéticos. Estas son las más comunes:

Tipos de enfermedades cardiovasculares más comunes en España

Las enfermedades cardiovasculares son una realidad preocupante en España. Por esta razón, es fundamental conocer sus tipos para tomar medidas preventivas. Fíjate en las más comunes desde el punto de vista estadístico:

• Infarto de miocardio: También conocido como ataque al corazón, ocurre cuando el flujo de sangre que llega al corazón se reduce o se bloquea por completo, generalmente debido a una obstrucción en una arteria coronaria. Esta falta de oxígeno puede provocar la muerte del tejido cardíaco.
• ICTUS: Ocurre cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se ve interrumpido o reducido, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes. Esto puede causar la muerte de las células cerebrales en minutos.
• Hipertensión arterial: Este es un factor de riesgo significativo para muchas enfermedades cardiovasculares. Se trata de la presión alta en las arterias, lo que obliga al corazón a trabajar más para bombear la sangre. Con el tiempo, la presión alta puede dañar las arterias y otros órganos del cuerpo.
• Insuficiencia cardíaca: Ocurre cuando el corazón no puede bombear sangre de manera eficiente para satisfacer las necesidades del cuerpo. Aunque no significa que el corazón deje de latir, sí indica que está debilitado.
• Arritmias cardíacas: Son alteraciones en el ritmo del corazón, lo que puede hacer que lata demasiado rápido o taquicardia, demasiado lento o bradicardia y/o con latidos irregulares. Algunas arritmias son inofensivas, pero otras pueden ser potencialmente mortales.

Ahora bien, ¿qué causa las enfermedades cardiovasculares? Como una de las patologías más complejas de la medicina moderna, definir las causas de forma generalizada no es nada fácil. Sin embargo, los especialistas han detectado cuáles son las más frecuentes, fíjate:

Causas más comunes de enfermedades cardiovasculares

Existen varios factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Algunos son modificables, mientras que otros, como la edad y la genética, no pueden cambiarse. Estos son los que lideran las estadísticas españolas:

• Hábitos alimenticios poco saludables: El consumo excesivo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares y sodio contribuye a la acumulación de colesterol y placa en las arterias, lo que puede llevar a la obstrucción del flujo sanguíneo. Además, una dieta desequilibrada puede fomentar la aparición de hipertensión y diabetes, que son factores de riesgo importantes para las enfermedades cardíacas.
• Sedentarismo: La falta de actividad física regular puede debilitar el corazón y los vasos sanguíneos. Las personas sedentarias también tienen más probabilidades de padecer sobrepeso, un factor que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
• Tabaquismo: Fumar es una de las causas más relevantes de infartos e ICTUS. El tabaco daña el revestimiento de los vasos sanguíneos, lo que facilita la acumulación de placa y aumenta la probabilidad de formar coágulos.
• Estrés: El estrés crónico puede tener un impacto significativo en el corazón, ya que provoca la liberación de hormonas que aumentan la presión arterial y la frecuencia cardíaca. 
• Factores genéticos: Si tienes antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, es posible que tengas un mayor riesgo de padecerlas. Aunque no se pueden modificar los factores genéticos, es fundamental estar atento a los síntomas y adoptar un estilo de vida saludable.

Para tratar cada una de las enfermedades cardiovasculares, interviene un equipo multidisciplinar de profesionales de la salud. Definir el plan de tratamiento depende de muchos factores. Aun así, es fundamental conocer los más importantes de la actualidad:

Tratamientos especializados para las principales enfermedades cardiovasculares

Nuevamente, determinar un único tratamiento para un conjunto de enfermedades tan complejo, es una tarea casi imposible. Los médicos definen cada tratamiento de forma personalizada, pues depende de una multifactorialidad de elementos. De acuerdo a la magnitud, riesgo y especificidad, el especialista diseña, básicamente, tres tipos de tratamientos: preventivos, a largo plazo y de emergencia. Mira cómo se clasifican, pues muchas de las coberturas de los seguros, como verás más adelante, depende del estadio de cada tratamiento:

Infarto de miocardio

El infarto de miocardio bloquea el flujo sanguíneo hacia el corazón, lo que causa daños de distinta magnitud al tejido cardíaco. En este tipo de eventos son considerados como emergencias médicas y la rapidez en el tratamiento es clave para salvar vidas. Por ende se diseñan los protocolos de tratamientos de urgencia así:

• Angioplastia coronaria: Consiste en insertar un catéter con un pequeño globo en la arteria bloqueada para expandir y restablecer el flujo sanguíneo. En muchos casos, se coloca un stent para mantener la arteria abierta.
• Fibrinolíticos: Estos medicamentos se utilizan para disolver los coágulos de sangre que bloquean las arterias coronarias. Cuanto antes se administren, mayores son las probabilidades de minimizar el daño cardíaco.

Pero además, existen tratamientos preventivos a largo plazo que se aplican después de un infarto. Se diseñan como una alternativa terapéutica  para prevenir futuros episodios. Entre los tratamientos más comunes se incluyen:

• Medicamentos: Los betabloqueantes, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y estatinas son algunos de los fármacos que se utilizan. Actúan en el control de la presión arterial, reducen el colesterol y mejoran la función cardíaca.
• Rehabilitación cardíaca: Los pacientes suelen participar en programas de rehabilitación que incluyen ejercicio supervisado, educación sobre nutrición y manejo del estrés.

ICTUS

Esta es una de las principales causas de discapacidad en España. Existen dos tipos principales de ictus: El isquémico, causado por un coágulo que bloquea el flujo sanguíneo al cerebro, y el hemorrágico, provocado por la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro. Los tratamientos inmediatos son:

• ICTUS isquémico: El tratamiento inmediato consiste en la administración de fármacos trombolíticos, que ayudan a disolver el coágulo que está obstruyendo la arteria cerebral. En algunos casos, se puede realizar una trombectomía mecánica, un procedimiento mínimamente invasivo para eliminar el coágulo mediante un catéter.
• ICTUS hemorrágico: El tratamiento puede incluir cirugía para reparar el vaso sanguíneo roto o eliminar la acumulación de sangre en el cerebro. Control de la presión arterial mediante medicamentos, se busca estabilizar la presión arterial y evitar una mayor hemorragia.

Después de un ICTUS, muchos pacientes requieren rehabilitación física para recuperar las funciones motoras y cognitivas. Este proceso puede ser prolongado y requiere de un equipo multidisciplinario de médicos, fisioterapeutas, logopedas y psicólogos.

Hipertensión arterial

La hipertensión arterial, si no se controla, puede dañar las arterias y el corazón, aumentando el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares. Por ende, los tratamientos suelen estar enfocados en la prevención. Los tratamientos más comunes para controlar la hipertensión incluyen:

• Diuréticos
• Betabloqueantes
• Inhibidores de la ACE

Además de los medicamentos, los cambios en el estilo de vida juegan un papel crucial en el control de la hipertensión. 

Insuficiencia cardíaca

Aunque no tiene una solución inmediata y radical, existen tratamientos que ayudan a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Sus tratamientos suelen enfocarse en la prevención con medicamentos y dispositivos médicos especializados como marcapasos para regular el ritmo cardíaco y desfibriladores automáticos implantables.

Arritmias

Algunas arritmias pueden ser leves y no requieren tratamiento, mientras que otras pueden ser graves y poner en peligro tu salud. El tratamiento se suele concentrar en la prevención y mitigación de los síntomas como medicamentos antiarrítmicos. Pero, en  algunos casos, puedes necesitar una ablación cardíaca, un procedimiento en el que se destruyen pequeñas áreas del tejido cardíaco que causan las arritmias. Para las arritmias graves, los desfibriladores implantables pueden ser la mejor opción.

Tu seguro de salud puede cubrir las consultas con especialistas, los procedimientos quirúrgicos y los medicamentos necesarios para el tratamiento de las arritmias. Sin embargo, esto debe analizarse de forma individual en la póliza, fíjate cómo:

Las coberturas de los seguros de salud para enfermedades cardiovasculares

Las aseguradoras ofrecen una amplia gama de servicios enfocados en la atención cardiovascular. Pero, es importante saber que no todos los seguros son iguales en cuanto a coberturas y servicios. Sin embargo, en los seguros con mayor valoración en el mercado, las coberturas incluyen:

• Consultas médicas especializadas: La mayoría de los seguros de salud incluyen consultas con cardiólogos y especialistas. Esto no sólo incluye las consultas preventivas y de descarte, sino también las consultas de control posteriores a un evento cardiovascular.
• Pruebas diagnósticas: La base de cualquier tratamiento efectivo es un diagnóstico a tiempo, preciso y amplio. Sin embargo, no todas las aseguradoras cubren las mismas evaluaciones de diagnóstico.
• Rehabilitación: Las aseguradoras discrepan mucho en términos de la cobertura de rehabilitación. Algunas empresas las mantienen dentro de sus listas de exclusiones, mientras que otras aseguradoras tienen planes amplios para cualquier tipo de terapia física, respiratoria o cognitiva.
• Medicamentos: Los medicamentos especializados en la salud cardiovascular, suelen ser los más costosos de la farmacia. Muchas aseguradoras cuentan con servicios de farmacia que suministran estos medicamentos, mientras que otras pueden reembolsarlos parcial o totalmente.
• Cirugías: Las cirugías de emergencia y funcionales suelen estar incluidas en la mayoría de los seguros de salud. Pero, es fundamental que compruebes cuáles son las exclusiones y límites, pues no todas cubren el 100% de los tratamientos quirúrgicos.

Compara precios para tu seguro de salud y consigue las mejores coberturas al mejor precio

CALCULA TU SEGURO DE SALUD

Adicionalmente, es clave que revises cómo es la cobertura de tu seguro en términos de unidades de cuidados intensivos y tratamientos de por vida. Muchas enfermedades cardiovasculares requieren de estos servicios de manera frecuente. En nuestra herramienta de comparación de seguros de salud puedes ver cuáles son las principales coberturas actuales. Podrás hacer una búsqueda 100% personalizada y encontrar la aseguradora que mejor se adapte a tus necesidades.

Los expertos de Arpem recomiendan

• Según los médicos especialistas, todos tenemos la probabilidad de desarrollar algún tipo de enfermedad cardiovascular. Cuidar de tu salud, consumir una alimentación saludable y mantener los mejores hábitos de salud, son la mejor forma de prevención.
• La mayoría de las enfermedades cardiovasculares son escalables y progresivas. Y, lo que es peor, muchas son silenciosas y asintomáticas hasta que se desarrollan por completo. Por eso, asistir a revisiones periódicas es fundamental, a cualquier edad y sin importar tu estilo de vida.
• Fumar, ingerir alcohol y drogas, puede ser un detonante para las enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, la dieta inadecuada y el estilo de vida sedentario, son los principales orígenes de muchas enfermedades.
• Si tienes herencia de enfermedades cardiovasculares en tu familia, si llevas una vida sedentaria o tus hábitos están contraindicados, es clave que cuides de tu salud cardiovascular cuanto antes. Hacer ejercicio, cuidar tu alimentación y visitar al médico son la clave para una buena salud cardiovascular.