Radares de tramo: ¿Qué son y cómo funcionan?

¿Cuál es la función de un radar de tramo? Veamos qué dice la DGT

El exceso de velocidad en las autovías y carreteras es una de las mayores preocupaciones de la sociedad española. Cada año se producen casi 40 mil accidentes de tráfico en las vías de España. Aunque la cifra de fallecidos y lesionados ha venido reduciéndose, el exceso de velocidad sigue entre las 3 primeras causas de colisiones en las carreteras.

De acuerdo con los especialistas de la DGT, una colisión a más de 100 km/h es equivalente a caer desde la planta 14 de un edificio. Aún más, las probabilidades de supervivencia en un accidente a más de 150 km/h son prácticamente nulas.

Es por ello que buscar formas de incrementar la seguridad vial y reducir las cifras de lesionados se ha convertido en una prioridad de salud pública. La concientización de los conductores es muy importante pero se ha demostrado que sus efectos son menos eficaces. Por ello, la imposición de sanciones ha probado su efectividad en la reducción de la velocidad y sus graves consecuencias.

Para los organismos del estado, la señalización por sí sola tampoco ha ayudado en la reducción de los accidentes. Por el contrario, la implementación de mecanismos de captura y dirección de infracciones ha sido muy eficiente. He ahí la principal razón para que se hayan implementado dispositivos como los radares de tramo.

Radares de tramo

En términos sencillos, un radar de tramo es un equipo electrónico que mide la velocidad de un vehículo en una vía o carretera. Este equipo cuenta con diferentes recursos tecnológicos para determinar la velocidad y aceleración de un vehículo en movimiento con gran precisión.

Adicionalmente, cuenta con sistemas de lectura de placas de matrícula que le permiten identificar a todos los vehículos que pasan por su radio de cobertura. Este equipo tiene una gran capacidad para detectar excesos de la velocidad límite y puede realizar fotografías o vídeos con alta resolución.

De manera inmediata, el equipo puede enviar la información a las autoridades de tráfico para tomar las acciones sancionadoras a que haya lugar. Un radar de tramo puede comunicarse con el sistema de control de la DGT para crear una alerta y generar así, una multa. Esta multa no necesita ser entregada directamente al conductor pues puede enviarse directamente a su dirección. Dada su gran precisión, un radar de tramo puede determinar:

• Velocidad exacta al momento de la medición.
• Coordenadas de ubicación geográfica del punto donde se produce la infracción.
• Fecha y hora exacta de la infracción
• Identificación de vehículo y modelo.
• Identificación de la placa de matrícula.

Algunos incluso pueden tomar fotografías del conductor al momento de la infracción. Pero, estos equipos no son sólo un dispositivo aislado sino un sistema integrado que tiene diferentes partes. Por un lado, cuenta con un sistema de lectura en dos puntos o en un tramo. Estos sistemas miden el tiempo en el que un vehículo entra y sale del tramo en el que están instalados. 

¿Para que se instalan los radares de tramo? Desmintiendo mitos

A diferencia de lo que se cree, los radares de tramo no son sistemas punitivos de la administración. Tampoco son vías de ingreso económico de ayuntamientos u otros organismos públicos. Su función y propósito principal es crear una mayor conciencia de los riesgos de la velocidad y así, prevenir accidentes viales.

De hecho, otro de los mitos muy populares es que los radares se ubican de forma subrepticia para “cazar” infractores. Todo lo contrario, la DGT y las autoridades de tráfico instalan estos sistemas en los tramos de mayor riesgo con la finalidad de reducir la velocidad de recorrido. Por ello, son señalados con anticipación como una forma de reducir la velocidad en estos tramos especiales.

La posibilidad de crear una multa de forma inmediata genera un efecto disuasor y previene a aquellos conductores más descuidados. Si eres de esas personas que olvidan aflojar el pie del acelerador, estas señales pueden hacer que recuerdes los límites de la vía.

Adicionalmente, se ha comprobado estadísticamente que las primeras multas de un conductor ayudan a incrementar su atención. El efecto económico de la sanción crea una mayor conciencia que ayuda a la larga a prevenir accidentes. 

Por otro lado, la sanción automática reduce el riesgo de impunidad en aquellos conductores que infringen la ley de manera voluntaria. Si un conductor pasa a exceso de velocidad por un tramo controlado por el radar, tendrá consecuencias inmediatas. Es decir, la multa llegará a su domicilio de forma 100% automática y prácticamente sin intervención humana.

Alegatos y recursos contra multas por exceso de velocidad

A pesar de que los radares de tramo son equipos muy eficientes y con una tecnología muy sofisticada, también pueden cometer errores. La administración de tráfico tiene estos errores en consideración y por ello han creado márgenes de holgura en la sanción.

El error de lectura permitido depende del tipo de equipo, su ubicación y propósito. En una reciente disposición del Tribunal Supremo, se han ajustado los tiempos de error de los radares de tramo, fijos y móviles. Fíjate en los excesos de velocidad permitidos por tipo de equipo:

Estos márgenes no quieren decir que los radares no te generarán una multa si estás sobre los porcentajes de error permitido. Lo que sucede, desde el punto de vista técnico, es que el radar se activará si la velocidad es superada, incluyendo el margen de error. Para comprenderlo mejor, veamos un ejemplo:

Si en un tramo de carretera la velocidad máxima permitida es 100 km/h, el radar sólo se activará a partir de los 103 km/h. Sin embargo, debes considerar que en términos de velocidad, esta es una diferencia ínfima y muy poco calculable para un conductor.

Ahora bien ¿Qué pasa si un radar de tramo te envía una multa que consideras errónea? Fíjate en el procedimiento legal para eliminar la multa de tu historial y eximir del pago.

Las vías de reclamo ante una multa por radares de tramo

Lamentablemente, en España, las multas por exceso de velocidad siguen siendo las más comunes en todas las Comunidades Autónomas. Y, contrario a la creencia popular, no están sólo relacionadas a los conductores más jóvenes. Conductores de todas las edades, sexos, tipos de coche y regiones cometen infracciones por exceso de velocidad a diario.

Las multas por exceder la velocidad máxima permitida varían de acuerdo a la gravedad de la falta. En este contexto, la DGT ha creado un baremo que se basa en el porcentaje de exceso, el tipo de vía y la velocidad máxima contemplada. Estas son las multas y pérdidas de puntos por exceso de velocidad:

Aunque parecen infalibles en sus mediciones, los radares de tramo pueden cometer errores que generan multas incorrectas. En nuestro artículo: “¿Cómo recurrir una multa que se considera injusta?” podrás ver con detalle el procedimiento para reclamar una multa incorrecta. Aún así, existen varios factores que son admitidos como causas de anulación de la multa como:

• Que el radar no haga las dos fotografías obligatorias a la entrada y salida del tramo.
• Que el radar no respete el salto de acuerdo al error permitido.
• Que existan discrepancias entre las fotografías y lecturas de la placa de matrícula.
• Que el radar esté averiado o en mantenimiento al momento de la multa.
• Que no esté correctamente señalizado en la vía.

Todas estas razones pueden ser alegatos para eliminar o reducir la multa generada por los radares de tramo. En la web de la DGT o en la oficina local de tráfico se pueden presentar estas alegaciones en un plazo establecido.

Inhibidores y detectores de radar: La máxima sanción de tráfico actual

Si excedes la velocidad en una autovía o en una carretera, lo más seguro es que tenga como consecuencia una multa y quizá pérdida de puntos. Si el exceso no es mayor al 50% de la velocidad límite, lo más seguro es que puedas resolver la multa mediante el pago. Con suerte, esto te servirá como una valiosa lección para la próxima vez que subas al volante.

Sin embargo, existe un tipo de infracción que es considerada como sumamente grave por la ley de tráfico. La instalación de inhibidores de radares de tramo, fijos o móviles es una de las sanciones más altas de las leyes actuales.

Un inhibidor de radar es un equipo que se instala en un coche con la finalidad de bloquear las señales láser de los cinemómetros o radares. Estos equipos crean una barrera que le imposibilita a los radares poder medir el desplazamiento. Esto es considerado por la ley como una falta grave que puede acarrear multas de hasta 6000€.

Adicionalmente, si un taller instala un dispositivo de inhibición de radares puede enfrentarse al cierre junto a multas de hasta 30.000€. Además de los inhibidores de radar, existen otros aparatos conocidos como “detectores”.

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Estos equipos te avisan de la presencia de un radar en los próximos tramos de carretera. La experiencia práctica con este tipo de equipos es que producen una frenada intempestiva del vehículo con accidentes provocados por esta reducción abrupta de velocidad.

Por esta razón, la DGT multa la presencia de detectores de radar con hasta 500€ de sanción económica y la pérdida de 3 puntos del carné. Igualmente, si en las inspecciones de la ITV se detectan este tipo de equipos, el inspector tiene la obligación de notificarlo. Por ende, puedes obtener una ITV negativa y una multa asociada que te afectará económicamente.

Los expertos de Arpem recomiendan

• En una autovía o una carretera sin distracciones es muy fácil exceder el límite de velocidad. En una recta sin obstáculos, curvas o distracciones, podemos llegar a velocidades mucho más altas que el límite permitido. Por ello, siempre debes comprobar el velocímetro y mantenerte debajo del límite.
• Los radares de tramos tienen el objetivo de prevenir accidentes en las autovías y carreteras más concurridas o con mayor índice de siniestros. Por ende, respeta las indicaciones y evita sanciones que afectan tu historial como conductor.
• Nunca pienses en instalar un inhibidor o un detector de radares como una forma de evadir multas. Las sanciones pueden ser muy altas e incluso puedes perder tu carné.