Si no sabes con exactitud el color de tu vehículo y necesitas pintar una parte o repintarlo al completo, este artículo puede serte de gran ayuda. En él encontrarás cómo encontrar el código de color, dónde suele estar localizado dicho código según modelo y qué es el VIN. Además, aprenderás algunos datos significativos de la pintura. ¿A qué estás esperando? Comienza a leerlo ya.
Tanto si quieres pintar tu coche entero o simplemente cubrir unos arañazos, necesitarás encontrar el tono exacto del color de tu coche. Para esto, deberás localizar el código de color.
Para hacerlo puedes ver las etiquetas de color del vehículo que tienen todos los coches o con ayuda del número VIN del coche. La etiqueta de color se encuentra habitualmente en un lugar de fácil acceso y visibilidad, en una pegatina o placa metálica en la carrocería. El problema es que cada fabricante escoge un lugar del coche para colocarla.
Normalmente, el código es una mezcla de números y letras, bastante breve, o solo de números. Cada coche tiene un código único, y su ubicación puede variar dependiendo incluso del modelo, no solo de la marca.
Existen una serie de ubicaciones donde encontrarlo, como el maletero, el capó o los marcos de las puertas. A continuación, encontrarás algunos ejemplos de los distintos espacios donde se ubican en función de las marcas y modelos.
Suelen colocarse los códigos del Alfa Romeo, en los Fiat y en los Lancia. También en los modelos más antiguos de Jaguar y Kia, así como en los SEAT, los Skoda y los Mazda.
En el capó
Es el lugar escogido habitualmente en los códigos de los Hyundai, pero también en modelos más antiguos de Jaguar y Kia, al igual que en los Mazda, los Lexus, los Mini y Subaru. También en los Mitsubishi y algunos modelos de Nissan, Opel y Volvo, BMW y Chrysler (en estos, cerca de los amortiguadores).
Es donde suelen colocarlo Ford, Jaguar, Kia, Land Rover y Saab.
Aunque este lugar es menos común, algunos Mercedes tienen el código de la pintura en el radiador del coche.
Al igual que el radiador, este lugar suele ser poco frecuente. Pero en el caso de los Audi, el número se encuentra en la rueda de repuesto o en un papel que va aparte de los papeles del coche habituales.
El número VIN también nos permite determinar el color del automóvil. Se trata de un código único, largo, de letras y números, que se utiliza para identificar a cada vehículo. VIN son las siglas de Vehicle Identification Number, que se traduce como Número de Identificación del Vehículo. Es importante aclarar que el número VIN no es lo mismo que el número de chasis o bastidor, aunque a veces se pueden confundir.
El número de chasis o bastidor es solo un componente del VIN. Este último está formado por 17 caracteres, de los cuales solo los últimos 8 o 10 se corresponden al número de bastidor. El VIN se ubica en lugares fácilmente accesibles, aunque a veces puede ser difícil de localizar.
Estos enclaves pueden incluir el compartimento del motor, en una pequeña placa fijada al tablero, en la parte baja del cristal frontal, cerca del parabrisas, en el interior del coche, comúnmente en el marco lateral de la puerta del conductor, en el maletero, en el chasis, en las ruedas traseras, o debajo de la alfombra del conductor o del pasajero.
Una parte del código VIN está asociada al color original del vehículo. Pero para obtener esta información hay que acudir a un concesionario y comunicarles el código VIN. Ellos identificarán el código asociado al color en una base de datos del fabricante.
Cuando se reparan zonas dañadas del vehículo, lo fundamental es que el resultado sea perfecto y el color sea el mismo entre la zona repintada y la del resto del vehículo. De esta forma, obtener el código de color de la pintura del coche es importante para ahorrar tiempo y para conseguir un resultado perfecto en la reparación.
Los códigos de color pueden ser tan dispares como EZRC, 718, l6l5 O 87N. Confundirse en un dígito o una letra, puede suponer muchos problemas a la hora de un resultado eficaz si quieres repintar el vehículo o reparar arañazos.
La pintura original se puede desgastar con el tiempo, de manera que, a la hora de pintar de nuevo una parte del vehículo, esta aparezca con un brillo y una viveza que ya no tiene el color del resto del coche.
Cuando se produce esta situación, se pueden utilizar instrumentos de color multiángulo, o espectrofotómetro para colores, que miden el color que se busca y con ayuda de un programa de búsqueda localizan el tono más parecido.
Con esa información ajustan la mezcla de la pintura. Si el vehículo es nuevo, es necesario buscar el tono por el código de colores del coche o el número VIN.
Aunque no te parezca algo tan relevante, la pintura de un vehículo cumple varias funciones importantes. Una de ellas es evitar la oxidación y la corrosión, evitando que entren partículas nocivas en la carrocería que hay bajo la pintura e incluso en el interior del coche. También es un gran aliado contra la lluvia y los fenómenos atmosféricos en general.
Mantener el coche con la pintura brillante también es algo fundamental para evitar accidentes, ya que son más llamativos en carretera. Un color con brillo, hace que no solamente sea más visible, sino que otros vehículos puedan reflejar las luces en él, ayudando a reducir las probabilidades de tener o provocar un accidente.
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En los años 60 y 70, los colores llamativos eran más comunes, como el verde fosforito, el amarillo o el naranja. Pero los tiempos cambian, y los colores de los vehículos también, y eso se ha visto traducido en la actualidad, ya que son más comunes el negro, el plateado o las tonalidades grisáceas.
Se trata de un número con el que los fabricantes codifican el color del coche. Gracias a este código es posible averiguar con exactitud el tono de la carrocería del vehículo. Este número se coloca en una chapa en el capó, el marco de una puerta o el parabrisas, dependiendo de la marca y el modelo del coche.
Es una combinación alfanumérica que funciona como el número de identidad del coche. Una parte de este número esconde el código de color. Este código también se coloca en una parte del coche dependiendo de la marca.
No, el color del coche no influye en el precio del seguro. Es un mito. No hay estudios científicos que relacionen un color con una mayor o menor siniestralidad. Lo importante es la prudencia y la experiencia del conductor.
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