Dejar el coche a tu hijo o hija: ¿cuál es el riesgo?

Riesgos de dejar el coche a tu hijo o hija

Al principio, tu hijo querrá experimentar una vez que se ha sacado el carnet de conducir y probablemente te pida prestado el coche de vez en cuanto. Son unos pocos días, especialmente los fines de semana o en ocasiones muy puntuales. Por eso, no piensas en la posibilidad de incluirlo en la póliza del coche. Pero, al contrario de lo que suele creerse, no todo conductor que coja el coche está cubierto por el seguro. Por eso, aunque los hijos pueden conducir el coche de sus padres si el seguro no está a su nombre, no es recomendable, porque si tienen un accidente, se pueden plantear graves problemas.

Si el joven con un carnet recién estrenado se ve envuelto en un siniestro, y se produce daños físicos o en el vehículo, al no estar incluido en la póliza, la aseguradora puede negarse a pagar las indemnizaciones, sobre todo si en la póliza, como sucede en la mayoría de las ocasiones, existe una limitación para personas menores de 25/27 años y con menos de 2 o 5 años con el carnet de conducir.

Asegurar a todas las personas que cogen el coche

En general, no tiene por qué estar asegurado todo aquel que coja el vehículo para circular, pero la regla es que, el que lo haga, debe tener un perfil de riesgo menor, o al menos igual al del conductor asegurado, es decir, mayor edad y más años con el carné de conducir.

Si el conductor tiene unas características parecidas a las del conductor asegurado, es decir, con un perfil de riesgo similar, normalmente no hay problema. Esto puede pasar entre cónyuges. El problema con los hijos es que son muy jóvenes y tienen muy poca experiencia al volante, porque se acaban de sacar el carnet, por lo que su perfil no tiene nada que ver con el de sus padres, que tienen a sus espaldas muchos años de experiencia. Por eso, hay que comprobar detenidamente cuáles son las condiciones del seguro, porque cada compañía tiene sus limitaciones.

Edad y antigüedad del carnet son dos elementos sustanciales para fijar una prima

Cuando se contrata una póliza, el precio se fija, entre otros elementos, dependiendo de la edad y de la antigüedad del carnet de conducir del conductor asegurado, aunque cada compañía tiene unas particularidades diferentes. Por eso, se plantea un grave problema si la persona que conduce el coche en el momento del accidente no tiene las mismas características que el asegurado. Se considera un agravamiento del riesgo y la consecuencia de esto puede ser una reducción o rechazo de la indemnización.

Existen compañías que fijan, entre su condicionado, que el conductor que utilice el coche, además del conductor habitual, tenga sus mismas características. Otras fijan unas condiciones específicas para estos conductores no declarados: por ejemplo, una edad, que habitualmente debe ser de un mínimo de 25 años. Por eso, si prestas el coche a tu hijo, este debería figurar en la póliza como conductor ocasional, porque hay compañías que establecen que sólo cubrirán a los conductores que figuren en la póliza.

Incorporar un conductor ocasional afecta al precio

El precio del seguro, por lo general, aumenta si incluyes un conductor ocasional, pero en determinadas ocasiones merece la pena hacerlo para no llevarte sorpresas desagradables.

El precio de la póliza puede aumentar entre un 30% y un 50%, en la mayor parte de las compañías y en función de la edad del conductor ocasional, pero la ventaja es que tanto los padres como los hijos van a estar protegidos en todo momento. Las compañías consideran que los menores de 25 años y con menos de dos años de experiencia en el carnet de conducir son más propensos a verse mezclados en un siniestro. 

Conductores de riesgo

Lo fundamental para una aseguradora es saber si el que conduce habitualmente es un conductor de riesgo. Esto depende de la edad y la experiencia. Un conductor de alto riesgo es el que tiene poca antigüedad en el carnet –normalmente suele ser de dos años, aunque hay compañías que solicitan que este margen sea más amplio– .

Además se trata de conductores jóvenes: la edad suele ir de 18 años a 26, aunque para algunas aseguradoras el límite es hasta los 27 o los 28. Hay casos incluso que fijan el límite en los 30 años. Si se presta el coche a un conductor no considerado de riesgo, no hay problema: la compañía corre con los riesgos, dependiendo de las especificaciones de la póliza, si tiene el carnet en regla y no ha consumido alcohol. 

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Qué ocurre si el conductor es de mayor riesgo

Si el conductor de riesgo es el culpable del siniestro, la compañía asumirá todos los daños ocasionados a terceros, tanto materiales como personales. Para indemnizar los daños propios, la compañía valorará si se trata o no de un conductor de alto riesgo. Si el seguro es a todo riesgo, pero quien va al volante no está incluido en la póliza y presenta estas características, el seguro no se hace cargo de la reparación del coche.

Los expertos de Arpem recomiendan…

Si tu hijo va a coger tu coche, asegúrate antes de lo que especifica tu póliza al respecto.  Si un conductor novel tiene un accidente con tu coche, la compañía de seguros va a pagar los daños provocados. Pero, después, obligará al tomador a pagar la diferencia de prima que, en caso de declarar al conductor menor de 25 años o con menos de 2 años de carné, tendría que haber abonado. Un ejemplo: Si la póliza del seguro, con la declaración de un menor de 25 años, cuesta 1.000 euros y el cliente está pagando 700 porque no lo ha incluido, la compañía le va a reclamar los 300 euros restantes.