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ITV San Antonio de Benagever
Ctra. de Sant Antoni de Benaixeve a Bétera s/n,
46.184 Sant Antoni de Benaixeve, Valencia
Horario: Lunes a Viernes de 7:00h a 21:00h
Sábados de 8:00 a 14:00h
Web: www.itvsanantonio.es
Teléfono: 960 88 22 00
A la hora de pasar la revisión de la ITV San Antonio, lo habitual es reservar una cita previa a través de la página web de la empresa. Basta con proporcionar la matrícula de tu vehículo y la fecha de matriculación. El algoritmo de la estación te asigna una fecha y una hora. También puedes pagar la revisión por adelantado en la web y luego presentar el resguardo. Eso sí, sólo puede hacer la reserva y la revisión el titular del vehículo o, en su defecto, una persona autorizada por él mediante un escrito.
La revisión de una ITV San Antonio es bastante sencilla si el coche está en buenas condiciones y el titular tiene consigo toda la documentación exigida. Antes de pasar la revisión, puedes cerciorarte de que todo está listo, haciendo una pequeña puesta a punto. Es útil que revises el estado del vehículo: las luces, el dibujo de los neumáticos, los frenos, la dirección, las escobillas limpiaparabrisas, las puertas y las ventanillas. Es importante también que todos los complementos del coche estén homologados. Una de las comprobaciones más relevantes es la del control de emisiones. Para asegurarte de que todo está en orden, puedes hacer una pequeña purga del motor de tu vehículo. Para empezar, comprueba que el nivel de aceite en el depósito –entre la línea de mínimo y de máximo– es el correcto. Si no, rellena el depósito. Esta prueba confirma que las emisiones contaminantes del coche son las adecuadas. Para purgar el motor, a continuación, debes arrancarlo y realizar varias aceleraciones, con intervalos de 30 segundos. Al llegar a la línea de inspección, el motor debe estar a unas 2.500 revoluciones por minuto, si se trata de un vehículo ligero, y a unas 1.500 si es un vehículo pesado. El ventilador debe estar en marcha, en ambos casos. Luego, puedes dejar el coche al ralentí hasta que comiencen las pruebas.
La documentación necesaria para pasar la ITV es el permiso de circulación y la tarjeta de la Inspección Técnica de Vehículos, que se sella después de cada inspección, y debe ser original. Si no encuentras el permiso de circulación puedes sustituirlo por una fotocopia o una nota simple de antecedentes que puedes solicitar en la Jefatura Provincial de Tráfico. No está de más que lleves contigo el resguardo del último recibo del seguro de coche, aunque no sea obligatorio. Si no lo llevas, se puede consultar telemáticamente.
Los vehículos deben pasar la ITV dependiendo de su tipo y su fecha de matriculación. Los turismos, por ejemplo, están exentos de la revisión durante los primeros cuatro años. También es importante recordar que los titulares disponen de 30 días naturales con anterioridad a la fecha de caducidad de la ITV para pasar la revisión. Esto facilita mucho el proceso. Esta mensualidad, sin embargo, no altera el calendario de revisiones del vehículo, que está apuntado en la tarjeta de la ITV y en el informe de inspección que proporciona el centro de ITV.
Cuando un vehículo pasa la ITV, puede obtener una calificación de favorable, desfavorable o negativa. La primera permite seguir circulando sin problemas, puesto que todo está en orden. Una calificación desfavorable o negativa implica que se han detectado problemas en el vehículo que se consideran infracciones graves o muy graves. En estos dos últimos casos, deberás acudir a un taller para solventar los problemas y poder pasar una nueva inspección que te permita seguir circulando. Para ello, dispones de dos meses de plazo En los casos muy graves, solo puede ser llevado en grúa.
Sin la ITV no se puede circular en España. Si lo haces sin tener en regla la revisión, te pueden poner una multa de 500 euros, porque se trata de una infracción muy grave. Además, pueden inmovilizarte el vehículo hasta que subsanes los defectos detectados en un taller y pases la revisión de nuevo. Circular con la ITV caducada supone una multa de 200 euros.
Los camiones de más de 3.500 kilos y otros vehículos pesados deben pasar la revisión de la ITV una vez al año, hasta cumplir diez. A partir de esa fecha, se revisan cada seis meses. En la ITV, este tipo de vehículos se someten a una prueba especial, obligatoria desde 2019, para comprobar el frenado. En cuanto a los remolques, si superan los 750 kilos deben pasar la ITV de forma obligatoria. Los que están por debajo de ese peso se revisan al tiempo que el vehículo al que están enganchados y se benefician de esa revisión, ya que tienen la misma matrícula.
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Los vehículos históricos son los que tienen más de 30 años, los que se han dejado de fabricar o los que conservan todas sus piezas originales. Desde 2023, la legislación establece que este tipo de vehículos no deben pasar la ITV –tanto si se trata de coches como de ciclomotores– si fueron matriculados, por primera vez, antes del uno de enero de 1950. El resto debe pasar la ITV cada dos años, cuando han cumplido 40 años, cada tres hasta los 45 y cada cuatro, a partir de los 45. Cuando se trata de matricular un coche extranjero es obligatorio que pase la ITV.
A la hora de pasar la ITV, puedes escoger la estación que mejor te convenga. Tampoco estás obligado a acudir a la misma estación cuando tienes que pasar una segunda revisión.
Tras pasar la ITV, te entregan una pegatina que debes colocar obligatoriamente en la parte derecha superior del parabrisas. Esta pegatina permite a las autoridades de tráfico comprobar de un vistazo que el vehículo está en regla. Si no la colocas o lo haces de forma incorrecta, te arriesgas a una multa de 100 euros, porque se considera una infracción leve, aunque lo más habitual es que la multa sea 80 euros. No supone una pérdida de puntos.
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