El accidente es el acontecimiento que surge de manera fortuita, que no se produce de forma natural y que provoca daños materiales y personales sin ninguna intención. Es un incidente que altera la realidad y cambia el curso de las cosas. Un suceso que no es esperado.
Un accidente podría ocurrir de dos formas, en la mayoría de los casos son: de manera fortuita, es decir, cuando los acontecimientos están fuera de control del afectado y la otra forma es cuando los acontecimientos han sido provocados al ignorar acontecimientos previos al accidente.
También se puede producir un accidente por imprudencia o negligencia. Esto sucede cuando intervienen factores como la temeridad y la insensatez por parte del individuo afectado.
Los accidentes se pueden dividir en varias categorías, entre las más comunes están:
Accidente de tráfico, sin duda el más común. Es provocado por errores humanos en la mayoría de los casos, generando pérdidas materiales y en el peor de los casos la pérdida de vidas humanas. Otro factor importante en la causa de accidentes de tráfico es el estado del vehículo y la calidad de la infraestructura de las vías. El factor ambiental también tiene su incidencia y, de igual forma, afecta a las estadísticas de accidentes de tráfico, aunque son la causa más habitual.
Accidente laboral, es una lesión corporal que sufre un trabajador por consecuencia del trabajo que ejecuta, por cuenta ajena, y que se produce en tiempo y lugar de la actividad laboral. Estos accidentes pueden ser de carácter leve, que requiere un descanso o recuperación no máximo de 24 horas, de carácter incapacitante, que inhabilita al trabajador de forma temporal, y por último de carácter mortal, en el que los acontecimientos o sus consecuencias provocan la muerte del trabajador.
Accidente doméstico, son acontecimientos imprevistos que suceden en casa y ocasionan lesiones y daños a diferente escala, como cualquier otro accidente desde carácter leve hasta mortal, entre los más comunes están:
El hogar también puede llegar a ser un lugar peligroso, tomando en cuenta el conjunto de factores de riesgo, entre ellos, instalaciones eléctricas y de gas en mal estado, productos químicos, medicamentos al alcance de los menores. Las estadísticas son muy claras al poner en evidencia la vulnerabilidad de los niños y los mayores en este tipo de accidentes.