El contrato de seguro es un acuerdo que genera obligaciones y derechos bilaterales entre las partes integrantes. Las partes intervinientes en un contrato de seguro son:
- La entidad aseguradora: es la parte obligada a pagar la indemnización correspondiente y previamente establecida, al tomador del seguro o al beneficiario del mismo, cuando se produzca una eventualidad prevista en el contrato.
- Tomador del seguro: es el titular de la póliza, quien ha contratado el seguro y a su vez el responsable de pagar las cuotas concernientes a la prima. En la mayoría de los casos el tomador del seguro es el asegurado, pero el tomador puede nombrar a otra persona. El pago de la prima es fundamental para aplicar los derechos de indemnización.
- Asegurado: es la persona protegida por el seguro, objeto del contrato.
- Beneficiario: pueden ser una o más personas, que serán quienes el asegurado haya designado para recibir los beneficios económicos previamente establecidos de la indemnización.
Los tipos de contrato de seguro son una magnífica herramienta para la previsión y planificación del futuro. Existen tres clases de contrato de seguro:
Seguros Personales, son los que se especializan en cubrir los riesgos sobre la integridad física de una persona. Entre los cuales hay diferentes clasificaciones, por ejemplo:
- Seguros de Vida.
- Seguros de Enfermedad y Asistencia Sanitaria.
- Seguros de accidentes personales.
- Seguros por Dependencia.
Seguros de Daños o Patrimoniales, se especializan en cubrir riesgos sobre el patrimonio de las personas o de empresas. Estos se clasifican de la siguiente manera:
- Seguros de Automóvil.
- Seguros de Transportes.
- Seguros de Responsabilidad Civil.
- Seguros de Incendio.
- Seguros de Ingeniería.
- Seguros contra Robo.
- Seguros Multirriesgo. Etc.
Seguros de Prestación de Servicios, en este tipo de seguros el compromiso del asegurador es prestar un servicio, entre los cuales encontramos:
- Seguros de Asistencia en Viaje.
- Seguros de Decesos.
- Seguros de Defensa Jurídica.