Técnicas de conducción eficiente y segura en carretera

Conducir de forma eficiente

Un litro de gasolina o de gasóleo que se consumen lanzan a la atmósfera entre 2,35 y 2,6 kilos de CO2. Por eso, es importante aprender a conducir consumiendo menos. Además, una conducción eficiente trae consigo otras ventajas: una mayor seguridad y más comodidad de los pasajeros en el interior del vehículo en marcha. También hace que el vehículo se desgaste menos –tanto sus neumáticos, como su motor, su embrague, la caja de cambios, sus frenos–, lo que supone un ahorro en el mantenimiento.

Pero, ¿cómo se conduce de manera eficiente?

1. No hay que pisar el acelerador en el momento de arrancar: supone consumir carburante inútilmente. En los coches actuales es el sistema electrónico el que regula el sistema de encendido. 
2. La primera marcha solo se debe utilizar al arrancar e iniciar la marcha, sin pisar inútilmente el acelerador, como veíamos en el punto anterior. Hay que meter la segunda marcha unos pocos segundos después de haber iniciado la marcha. 
3. Es importante acelerar progresivamente, pero sin pisar a fondo. En motores de gasolina, se debe cambiar entre las 1.500 y 2.500 revoluciones, mientras, en los diésel, entre las 1.300 y 2.000.
4. Hay que utilizar marchas largas en bajas revoluciones todo lo que sea posible. Eso sí, sin perder el control del vehículo.
5. Conviene mantener una velocidad constante, esto es, mantener una velocidad lo más uniforme posible, sin frenazos ni acelerones innecesarios. Así, se desperdicia menos combustible. 
6. Se debe conducir a una velocidad moderada, porque es más seguro, pero también porque se consume menos combustible. 
7. Hay que ser previsor al volante, manteniendo la distancia de seguridad. Esto aumenta la seguridad, pero también disminuye los frenazos.          
8. A la hora de desacelerar es mejor hacerlo utilizando el motor. El consumo será cero. Es importante también pararse sin reducir la marcha. 
9. A la hora de circular por una pendiente, es mejor retrasar la reducción de marchas en las subidas y rodar por inercia en las bajadas, con marchas largas. 

Ventajas de la conducción eficiente

Las consecuencias de una conducción eficiente tienen tanto que ver con el consumo, como con la seguridad: la conducción eficiente permite ir mucho más tranquilo en el coche, porque el motor produce menos ruidos, lo que produce menos estrés y menos riesgos. Este tipo de conducción permite ahorrar combustible y genera menos gastos de mantenimiento, lo que reduce la contaminación, reduciendo los problemas de salud y de calentamiento global.

Todo esto incrementa también la seguridad vial; porque mantenemos de forma más correcta la distancia de seguridad, aumentamos el tiempo de reacción y reducimos la velocidad, lo que nos permite ser más previsores y anticiparnos a cualquier imprevisto que se produzca a nuestro alrededor.

Reducir combustible

Para reducir el consumo de combustible, existen también otros hábitos eficaces:

1. Es importante evitar el exceso de carga: un portaequipajes cargado puede suponer hasta un 40% más de consumo. 
2. Conviene siempre planificar las rutas, para evitar dar vueltas inútilmente. 
3. También ayuda consultar el estado del tráfico e intentar evitar los atascos con rutas alternativas.
4. No hay que olvidar revisar los neumáticos. Una presión inadecuada produce un gasto excesivo de combustible. 
5. Hay que tener al día el mantenimiento de nuestro vehículo, esto contribuye a una conducción segura y eficiente. La calefacción se debe poner solo si es necesario, así como el aire acondicionado, las lunetas térmicas. Todo ello, mal utilizado puede suponer un exceso de consumo de un 25%.   
6. Conducir con las ventanillas bajadas aumenta la resistencia y el consumo en un 5%.

Los expertos de Arpem recomiendan…

Para un buen mantenimiento del coche, que permita un consumo no excesivo de  carburante, es importante una buena diagnosis del motor, que puede localizar averías ocultas; un control habitual de los niveles y los filtros; una revisión de la presión de los neumáticos, porque si hay poca presión, el vehículo se encuentra con una mayor resistencia a la rodadura y el motor tiene que trabajar más. La tecnología actual tiene como objetivo un menor consumo y un mayor rendimiento. Un vehículo nuevo contamina un 95% menos que los fabricados hace 20 años. El control electrónico del motor aumenta su rendimiento.

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