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La Dirección General de Tráfico empezó un proyecto piloto el pasado verano con unas nuevas cámaras cuyo objetivo es perseguir dos de las infracciones más corrientes en nuestro país y erradicarlas: saltarse las señales de STOP y cruzar las líneas continuas en las incorporaciones. Esta nueva tecnología permite “cazar” a los infractores con total exactitud.
Las carreteras españolas ya cuentan, en su mayoría, con cámaras de vigilancia que la DGT utiliza para conocer el estado del tráfico o la presencia de accidentes. Ahora, la vigilancia va más lejos con nuevas cámaras. Esta nueva tecnología está en pruebas –por lo que la DGT todavía no está poniendo multas– y tiene el objetivo de “cazar” a los conductores que se saltan los stop en los cruces y a aquellos que cruzan líneas continuas en las incorporaciones. Están situadas, de momento, en carreteras que no han sido desveladas. La DGT informará a los usuarios dentro de un tiempo de los resultados, según ha señalado. Este tipo de infracciones suponen un porcentaje muy importante de las violaciones del código circulatorio y un riesgo muy elevado de accidente. El objetivo es reducir los siniestros en carretera. Según datos de 2021, 1.093 conductores no respetaron el stop en accidentes que ocasionaron víctimas y se produjeron 217 fallecimientos en choques laterales, producidos en su mayoría por saltarse una línea continua.
Una cámara de vídeo graba a todos los coches que se acercan a la señal de stop y envía al Centro de Tratamiento de Denuncias Automáticas la grabación de aquellos que no han respetado la señal. La cámara está calibrada para mostrar que el conductor se ha detenido en la señal y no ha hecho simplemente una reducción de la velocidad, como cuando se trata de una señal de ceda el paso. Saltarse un stop es una infracción grave que supone una multa de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir.
La incorporación en una vía de varios carriles es una de las maniobras que requieren más atención por parte del conductor y es una de las más peligrosas si no se hace de manera adecuada, porque en ella juega un papel importante el ángulo muerto en la visibilidad. La Dirección de Tráfico ha decidido, por ello, poner el foco en estas maniobras. El sistema utilizado para ello está compuesto por dos cámaras que actúan de forma combinada para fotografiar a todos los vehículos que se van a incorporar o que circulan por el carril derecho de la vía principal. Una de las cámaras capta las matrículas de los coches que se incorporan y la otra, colocada a una distancia de unos metros más adelante, comprueba si el vehículo fotografiado ha pisado la línea continua al incorporarse. Los vehículos “pillados” son denunciados automáticamente y los infractores reciben la sanción. La multa por no respetar la señalización horizontal es de 200 euros, aunque no conlleva la detracción de puntos.
Estas cámaras detectan a los vehículos que superan los límites de velocidad, la mayoría en carreteras convencionales y el resto en autovías. Existen cámaras, además, que controlan el respeto a los semáforos, el uso del cinturón de seguridad y del móvil, el acceso a zonas restringidas, como la ZBE, que leen matrículas y controlan las emisiones contaminantes. Este sistema de vigilancia se completa con los radares, que pueden ser fijos, móviles o de tramo, controlan básicamente los excesos de velocidad. Existen también cámaras de ITV, que son capaces de identificar si el vehículo ha pasado o no la ITV, leyendo la matrícula.
Las cámaras no solo sirven para sancionar. También para que los usuarios tengan información sobre el estado del tráfico. Gracias a las 1.492 cámaras instaladas por la DGT en 150 carreteras, tanto nacionales como autonómicas, es posible tener información sobre la situación del tráfico en un punto y un momento determinados. Es una información en tiempo real, grabada en directo, que los centros de gestión de la DGT procesan y pueden controlar, trasladando las imágenes a su web para que los usuarios puedan consultarlas en la sección “Cámaras de Tráfico”, aunque lo que ofrece esta sección es una foto estática no un vídeo. La imagen se actualiza cada cinco minutos, lo que posibilita hacerse una idea de cómo evoluciona el tráfico. El usuario puede elegir la provincia y la carretera de la que quiere obtener información. De esta manera, circulará con mayor seguridad.
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Conocer la situación del tráfico en cada momento es de gran utilidad para los conductores, porque les permite planificar su ruta, especialmente cuando las inclemencias del tiempo complican la situación. Además de las cámaras que actúan en tiempo real, la Dirección General de Tráfico dispone de boletines informativos en emisoras de radio y otros medios de comunicación. En Twitter, es posible informarse en las cuentas @DGTes y @informacionDGT. También se puede utilizar el teléfono gratuito 011. Actualmente, la cuenta de información de la DGT está siendo actualizada cada pocos minutos.
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Se trata de cámaras para localizar dos de las infracciones más comunes y peligrosas: no detenerse ante un stop y cruzar una línea continua al incorporarse a una vía. Están todavía en pruebas, y la DGT no está multando.
Estas cámaras utilizan la misma tecnología que las utilizadas para captar usuarios que no utilizan el cinturón de seguridad o vigilar el acceso a las Zonas de Bajas Emisiones de las ciudades (ZBE). Es un sistema automático de vigilancia. En el caso de las líneas continuas, se utilizan dos cámaras combinadas, separadas por unos metros. La primera fotografía la matrícula, la segunda comprueba si el coche ha pisado la línea continua.
Según datos de 2021, 1.093 conductores no respetaron el stop en accidentes que ocasionaron víctimas y se produjeron 217 fallecimientos en choques laterales, producidos en su mayoría por saltarse una línea continua.
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