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50650 Gallur, Zaragoza
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Sábados, de 8:30h a 14:30h
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Lo habitual es reservar una cita previa para pasar la ITV Zaragoza. Basta con proporcionar la matrícula y el tipo de vehículo y algunos datos personales. Este sistema evita aglomeraciones y esperas. También se puede abonar la revisión online y, si es necesario, presentar el resguardo en la estación. Si no es el titular quien va a pasar la revisión, conviene que autorice por escrito a otra persona.
La revisión de la ITV Zaragoza no resulta especialmente complicada si se tiene a mano la documentación necesaria y el coche está bien cuidado. Pero, si quieres asegurarte de que todo saldrá bien, puedes hacer una pequeña revisión previa de tu vehículo: es aconsejable revisar las luces, el dibujo de los neumáticos, los frenos, la dirección, las escobillas limpiaparabrisas, las puertas y las ventanillas. Un elemento clave es que todos las piezas del vehículo estén homologadas. En la ITV, además, se hace un control de emisiones, que comprueba que el vehículo no contamina más de lo permitido. En este caso, puedes realizar un pequeño purgado del motor. Empieza por revisar el nivel de aceite del depósito, que debe estar entre el máximo y el mínimo de la varilla. Después, arranca el motor y realiza varias aceleraciones con un intervalo de 30 segundos. En el momento de llegar a la estación, el motor debe estar a unas 2.500 revoluciones por minuto, si se trata de un vehículo ligero, y a unas 1.500 si es un vehículo pesado. El ventilador debe estar en marcha. Puedes dejar el motor al ralentí hasta que el vehículo entre en la línea de inspección.
La documentación necesaria para pasar la ITV es el permiso de circulación y la tarjeta de la Inspección Técnica de Vehículos, que recibe un sello tras pasar satisfactoriamente la inspección. Por esta razón, debe ser la original, aunque si la has extraviado, puedes solicitar un duplicado en la estación. Los vehículos matriculados después de 2016 disponen de la tarjeta electrónica. Si olvidas o pierdes el permiso de circulación, puedes presentar una fotocopia o una nota simple de antecedentes que se puede obtener en la Jefatura Provincial de Tráfico. El último recibo del seguro no es obligatorio, aunque conviene tenerlo a mano.
Cada vehículo tiene su calendario de revisiones, dependiendo de su antigüedad y de su tipo. Los turismos, por ejemplo, disponen de un periodo de cuatro años desde su matriculación hasta la realización de la primera inspección. Es importante que recuerdes que dispones de 30 días naturales antes de la caducidad de la última revisión para solicitar cita para tu ITV. Esto no varía el calendario de las revisiones siguientes, pero te ayuda a evitar olvidos o prisas.
Cuando pasas la ITV, el resultado de la revisión puede ser favorable, lo que te permite seguir circulando hasta la siguiente la revisión, o desfavorable o negativo. En estos dos casos, la revisión ha encontrado problemas graves o muy graves en el vehículo que se deben arreglar, antes de regresar a la estación para una nueva revisión. En el caso de un diagnóstico desfavorable, el vehículo solo puede abandonar la estación para acudir a un taller y regresar para una segunda revisión. En el caso de un diagnóstico negativo, el vehículo solo puede desplazarse en grúa. Cuando tu vehículo obtiene una calificación desfavorable o negativa, tienes dos meses para solventar los defectos detectados y regresar a la estación para una nueva revisión.
La ITV debe estar en vigor para poder circular por España. De lo contrario, te pueden poner una multa de 500 euros por una infracción grave e incluso inmovilizar tu vehículo. En ese caso, solo podrás utilizar tu vehículo para acudir al taller y luego regresar a una estación de ITV. Circular con la ITV caducada puede suponer una multa de 200 euros.
Los vehículos grandes, como los camiones de 3.500 kg, deben pasar la ITV todos los años y, cuando cumplen diez, deben hacerlo cada seis meses. Además, deben someterse a una prueba especial de frenado, obligatoria desde 2019. En el caso de los remolques, la ITV es obligatoria si su peso es de 750 gr. Si su peso está por debajo de esa cantidad, el remolque se beneficia de la ITV del vehículo al que está enganchado, ya que comparten matrícula.
Los vehículos históricos, que tienen más de 30 años, o conservan intactas todas sus piezas originales o que han dejado de fabricarse, no están obligados a pasar la ITV si están matriculados antes del 1 de enero de 1950. El resto deben pasar la ITV cada dos años una vez cumplidos los 40 años, cada tres hasta los 45 y cada cuatro, a partir de los 45. Los vehículos de importación deben pasar la ITV para poder circular por España.
Es posible elegir la estación de ITV que mejor te convenga. Ni siquiera estás obligado a escoger la misma cuando se trata de una segunda revisión, tras un diagnóstico desfavorable o negativo.
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Una vez pasada favorablemente la ITV, la estación te hace entrega de una pegatina que debes colocar obligatoriamente en el parabrisas del vehículo, en la parte superior derecha. No llevar la pegatina de forma visible puede implicar una multa de hasta 100 euros, ya que se considera una infracción leve. Habitualmente no suele sobrepasar los 80 euros y no supone una pérdida de puntos.
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