La experiencia de un conductor aumenta a medida que va cumpliendo años, por lo que el riesgo de accidente disminuye y el precio del seguro también. Sin embargo, algunas compañías consideran que, a partir de cierta edad, se produce una pérdida progresiva de reflejos y que aumenta el riesgo de sufrir lesiones graves o de fallecer tras un accidente.
Para evitar que esto afecte a su cuenta de resultados, a partir de los 65 años, algunas aseguradoras optan por aumentar la prima del seguro con subidas de hasta un 22%, otras ponen limitaciones en algunas de las coberturas de las pólizas e, incluso, hay quienes directamente prefieren no asegurar y perder al cliente.
Si eres un conductor sénior aquí puedes ver qué compañías te penalizan y cuáles no te aseguran.
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